CAPÍTULO 47

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Dentro de la habitación y en absoluto silencio, Samael observaba a Temari quien se había quedado dormida después de que ambos pasaran toda la noche en un evento social muy importante de la capital.

Ya habían transcurrido cinco días desde aquella desagradable reunión con Gaara en la que surgieron muchas discrepancias debido a las exigencias y a la insoportable actitud de la rubia, pero el pelinegro aún no le había hecho ninguna mención a ella sobre dicha reunión con el pelirrojo y sobre la opinión desfavorable que este tenía sobre ella

Aunque Temari le había pedido que se quedara esa noche en su penthouse a su lado, Samael solo estaba esperando a que ella se quedara profundamente dormida para marcharse de allí; debido a que tenía distintos compromisos en algún otro lugar de la Tierra. Compromisos que decidió aplazar al instante luego de presentir la intensa energía de otra entidad demoníaca sobre el plano terrenal que llegó a ese lugar de forma inmediata.

Samael frunció su entrecejo desapareciendo de la habitación y manifestándose en la sala del penthouse de la rubia.

—¿Qué carajos vienes hacer tú aquí, Beelzebub...? —le preguntó con enfado.

? —le preguntó con enfado

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—Hm... Bonito atuendo tienes, Samael... ¿Vas a hacerte presente en algún ritual?
Aunque la verdad es que me gusta mas cuando tomas esa apariencia de macho cabrío que tanto temen los humanos.
Hey, estoy un poco aburrido... ¿Y si me llevas contigo? Podría hacer un poco de caos para atemorizar a tus seguidores... ¿Qué dices, eh? —le dijo Beelzebub con voz divertida.

—¿Qué has venido hacer aqui? Te pregunté... —le repitió Samael.

—¿Qué pasa con que haya venido hasta aqui...? ¿Acaso piensas prohibirme aparecer donde a mí me de la gana o qué...? —le preguntó Beelzebub mientras que se sentaba plácidamente sobre un sofá.

—No te estoy prohibiendo nada, solo respóndeme, Beelzebub...

—Estaba visitando a mis descendientes y vine a ver a Temari ¿Tienes algún inconveniente con eso, Samael...? —le preguntó con tono irónico.

—No, no tengo ningún inconveniente, Beelzebub...
Ella está durmiendo en estos momentos, así que lo mejor será que te vayas... —le dijo entre dientes.

—Yo sé que está durmiendo y si me da la gana, puedo quedarme horas observándola dormir si así me place. O ¿Sabes qué haré...? La voy a despertar mejor...

—¡TÚ NO VAS A DESPERTAR A NADIE...! —le gritó. —Tú no vas a despertar a nadie, así que mejor vete de aquí porque Temari no quiere saber nada de tí... —le dijo en voz baja después

Beelzebub lo veía con su mirada fija

—No, no me iré de aquí, Samael... Estuve en casa pensando lo que ocurrió y decidí venir hablar con ella y explicarle el porqué me fuí sin avisarle...

HAPPY BIRTHDAY LORD MADARADonde viven las historias. Descúbrelo ahora