HAPPY BIRTHDAY LORD MADARA

CAPÍTULO 22

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...Por un momento, Hinata enfocó su vista en los pabilos encendidos de algunas velas negras mientras que su mente comenzó a recordar ciertas cosas de su niñez junto a su madre.

Era una mujer tan hermosa como ella, el parecido de Hinata con su madre era tal que bien podrían haber parecido hermanas gemelas si hubieran tenido la oportunidad de conocerse en la misma línea temporal.

《La madre de Hinata en su juventud también fué una reconocida modelo de revistas en aquella época que en lo mejor conoció a un hombre que siempre estuvo muy interesado en ella y en representarla prometiéndole llegar a la cima de su carrera y muchas otras cosas mas.
Aquella chica aceptó el contrato y solo faltaba dar su consentimiento verbal ante aquel sujeto, pero gracias a su mejor amigo y eterno enamorado de ese entonces; pudo descubrir la verdad a tiempo y huir de aquel lugar que hubiera significado la perdición de su alma.

La mamá de Hinata abandonó su prometedora carrera y se dedicó a las labores de campo junto a ese humilde chico granjero con conocimientos chamánicos heredados por sus ancestros, con el que años después contrajo matrimonio y tuvo tres hijos; entre ellos a Hinata, quien era la segunda de estos.

Aquel importante representante estuvo lleno de ira por mucho tiempo ya que consideraba que la chica tenía una deuda con él y que debía pagarle; pero por mucho tiempo no pudo acercarse a ella por el hecho de que el propio padre de Hinata se había convertido en un amuleto humano para su amada esposa.

Los años pasaron y la situación precaria junto a lo ataques de aquel hombre, hicieron que el padre de Hinata enfermara críticamente haciendo que la protección de su esposa se debilitara. Mientras que su esposo Hiashi se encontraba en el hospital, la madre de Hinata junto a los dos hijos mayores se dedicaban recolectar maíz para venderlo y así comer y pagar la cuenta médica.

De un lujoso automóvil de esa época descendió el mismo hombre de negocios que caminó entre el maizal hasta posarse frente a la madre de Hinata, que en ese momento se encontraba en sus labores de campo junto a sus dos hijos de 9 y 7 años respectivamente.

Aunque su aspecto se veía bastante demacrado debido a la vida tan dura que había estado llevando, aquel hombre seguía reconociendo la belleza de la que alguna vez fué una hermosa y reconocida modelo, su gran obsesión de aquellos tiempos. La mujer al verlo, al instante palideció mientras que dejaba caer su cesto lleno de maíz al suelo.

—U... Usted... que... —la mujer tragó saliva en seco — ¿Qué está haciendo aquí...? —le preguntó llena de miedo

—Tanto tiempo sin vernos...

La mujer de ojos perlados frunció su entrecejo

—Le pregunté ¿Qué está haciendo aquí, Lord Itachi...?

Los niños al escuchar a la mamá alzar la voz, corrieron detrás de su falda y se escondieron

El hombre mirada alrededor de maizal mientras que se tomaba su tiempo para responderle.

—¿Así que abandonaste la vida llena de lujos y fama que tenías para convertirte en una vulgar mujer de campo al lado de un mortal muerto de hambre...? Yo estaba dispuesto a dártelo todo, mujer...  ¡Todo! Pero no eres más que una pobre estúpida... Una estúpida que aun sigue pareciéndome atractiva, a pesar de tu nauseabundo olor a sudor, de tu piel maltratada por el sol y de tus hermosas manos destruidas por arar estas tierras... —le dijo.