HAPPY BIRTHDAY LORD MADARA

CAPÍTULO 29

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Temari y Shisui continuaron viéndose los siguientes meses luego de haberse alejado de ella por un período de siete años.
Debido a los tantos compromisos de ella y su apretada agenda en la que tenía que dividir su tiempo entre las obligaciones de la escuela, sus clases de canto, de baile, de sus redes sociales donde promociona a su música y se daba a conocer y su vida personal o familiar; sus encuentros con él ya no eran diariamente como en el pasado, pero siempre sacaba tiempo los fines de semana para verse con Shisui y para compartir su gusto desmesurado por la comida.

Ellos no se limitaban a comer únicamente carne humana, solo lo hacían cuando se presentaba la oportunidad; usualmente cuando había alguien que decidía quitarse la vida lanzándose por los acantilados. 
El caso de Karura había sido muy distinto, aquella insoportable niña se había convertido en un gran problema para Temari; quien vivía su día a día siendo víctima de ella y de su grupo de amigas. Shisui había decidido terminar con la vida de aquella niña para liberar a Temari de la raíz de todos sus problemas y así ella tuviera una vida mucho más tranquila aunque él tuviera que alejarse para que ella pudiera seguir con una vida relativamente normal.

Una de esas tantas ocasiones de fin de semana en las que Temari compartía tiempo con Shisui y luego de un exagerado almuerzo, ambos se sentaron sobre las rocas de los acantilados a mirar aquel hermoso atardecer de otoño mientras que ella le hablaba sobre sus clases de canto, sobre sus pretendientes y admiradores, sobre las presentaciones que ella había tenido en algunos bares y discotecas de la ciudad, y sobre la próxima audición que tendría en la capital dentro de una semana para la casa disquera Gaara Entertainment

—...Esta semana los chicos de la banda optaron por descansar, así que hoy sábado y mañana estoy libre... El miércoles después de la escuela tendremos una presentación en un bar llamado Purple & Green y... me gustaría que fueras a verme cantar... Digo, me gustaría que nos vieras a la banda y a mí en ese lugar. ¡Jejeje! —le propuso ella.

—El miércoles ¿eh...? Huum... Ya sabes que no soy mucho de salir e interactuar con las personas, pero... Haré lo todo lo posible para que me veas en ese lugar.—le respondió.

Temari sonrió emocionada

—¿De verdad? Eso me haría muy, pero muy feliz ¿sabes? ¡Jajajaja!

Shisui solo esbozó una sonrisa sin decir nada mientras que volvía su mirada al sol de atardecer.

—Nunca te lo he preguntado, pero ¿Cuantos años tienes, Shisui...?

—¿A qué viene esa pregunta en estos momentos? —respondió él con otra pregunta al tiempo que seguia observando el ocaso

—Simple curiosidad...

El pelinegro giró su cara hacia ella

—¿Cuántos años crees que tengo? —le preguntó

—No sé... Pareces de veinticinco o tal vez de ¿veintisiete años? ¡Jajajaja! ¿Estuve cerca o no? ¡Jajaja!

Shisui sonrió mirando nuevamente al sol

—Tengo tantos años sobre mí que ya no sé cuántos milenios son exactamente... —respondió.

Ante su respuesta, Temari rió a carcajadas tomando sus palabras como broma

—¡Jajajajajaja! Qué exagerado eres... No te ves tan viejo para cargar todos los milenios que dices tener.¡Jajajaja! Vale,  no me lo digas entonces... Yo cumpliré dieciocho años en tres semanas...