CAPÍTULO 32

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—¡...Shikamaru, por favor! No me hagas esto en este preciso momento de mi vida que más te necesito... –—llorando, Temari se aferraba a su novio luego de que este hubiera tomado la decisión de terminar la relación.

Con lágrimas en sus ojos, pero con firme determinación; Shikamaru hacia lo posible para alejarla de él

—¡No, Temari...! Tú no me necesitas ya... Te amo y sé que también sientes lo mismo por mi, pero debemos ser realistas y reconocer que ahora pertenecemos a mundos distintos... Yo no encajo en el tuyo, pero jamás sería un miserable como para pedirte que lo abandones todo y desciendas a mi nivel...

—¡Shika, te lo suplico...!No terminemos nuestra relación... Tú sabías que esta era mi meta y yo siempre te he incluido en mis sueños...

Temari nuevamente lo abrazó pero los ojos de Shikamaru se cruzaron con Obito, quien a través de sus lentes oscuros observaba inexpresivamente desde el interior de su limusina todo lo que ocurría con la pareja en el lobby del edificio de la disquera.

Shikamaru respiró profundamente y ejerciendo más firmeza, separó a Temari de su pecho diciéndole:

—Estás tan hermosa hoy, Temari...
Mira tu vestido y tus zapatillas de diseñador, tus joyas, tu nuevo teléfono móvil. Solo subes a automóviles de lujo y cuando viajas te quedas en los mejores hoteles del país...
Ahora mírame a mi... Solo soy un simple estudiante de universidad que viste ropa comprada en ofertas, que compra zapatos en tiendas de descuento y usa la misma agua de colonia de su padre porque la compramos entre los dos; guardo cupones para redimirlos en supermercados.  Tampoco tengo suficiente dinero para complacerte en todo eso que tanto te gusta comer...
Yo no puedo ni quiero apagar tu luz, pero tampoco quiero vivir en las sombras y eclipsado ante tus éxitos...
Te deseo lo mejor del mundo y solo espero que algún día puedas encontrar alguien igual a ti que te demuestre su amor incondicionalmente así como yo lo hice todos estos años... Adiós para siempre, Temari... —luego de decirle esto, Shikamaru dió la media vuelta y se alejó de ella mientras que paraba un taxi en la puerta de la disquera con rumbo al aeropuerto.

Temari veía marcharse a su ex novio en el vehículo de servicio público mientras que sentía destruirse por dentro.

—No, Shikamaru... No me abandones tu también, por favor... —sollozaba

En ese momento, Obito bajó de la limusina y fué al encuentro de la joven rubia para abrazarla fuertemente. Temari no pudo contenerse más y rompió en llanto sobre su pecho mientras que también lo abrazaba.

—Me terminó... Shikamaru me terminó... ¿Qué haré ahora que estoy sola, Obito...? Dime ¿Qué haré ahora...? —se lamentaba.

Obito la abrazó con más fuerza recostando su mejilla sobre la cabeza de ella al tiempo que acariciaba su espalda con una muy sutil sonrisa que por más que lo intentada, no podía borrar de su rostro

—Seguir adelante con tu vida y con tus sueños, eso harás... Y tú no estás sola, pequeña Temari... —respondió él

Escuchar decirle de esa forma una vez más, solo sirvió para echarle más sal a su herida al remover sentimientos de tristeza dentro de ella.

Obito sacó un pañuelo de su bolsillo y se lo dió a Temari para que secara sus lágrimas mientras que le decia:

—Sé que no es el momento y que te sientes muy mal, pero ya es hora de marcharnos al aeropuerto para tu siguiente rueda de prensa.
Gaara se fué primero, así que él llegará primero para ir adelantando todo.

Temari asintió luego de limpiar sus ojos.

—Iré por mi maleta...

—Tú maleta ya está dentro de mi limusina, mientras que hablabas con Shikamaru; le ordené a uno de mis guardaespaldas que recogiera tus cosas... ¿Nos vamos?

HAPPY BIRTHDAY LORD MADARADonde viven las historias. Descúbrelo ahora