Durante la nochebuena, Madara celebrará su cumpleaños llevando a cabo una particular tradición durante la cena de Navidad, así como todos los años.
Sasuke y Sakura son los asistentes personales de Madara y serán ellos quienes se encargarán entre otr...
Luego de hablar con Sakura en la cocina, Ino subía las escaleras para dirigirse a su habitación cuando de repente escuchó risas que provenían de la entrada de una de las tantas habitaciones del segundo piso.
La rubia de ojos celestes se ocultó detrás de uno de los tantos árboles de navidad ubicados al pie de todas las escaleras de cada nivel. Lo que vió en ese momento la hizo sentir terriblemente mal.
—Es... Madara... Es él con otra chica... Esa debe ser la nueva elegida, la tal Tsunade... Es tan hermosa y... más joven que yo... —pensaba
Ino veía al Uchiha vestido solo con pantalones y llevando en su mano su camisa junto con su chaqueta mientras que Tsunade jugaba con él tirando de su mano para ingresarlo nuevamente a su habitación.
—¡Jajajaja! Ya suéltame, que tengo cosas que hacer, mujer... —le decía él en tono divertido.
—No puedo soltarlo, mi Lord... Es mi amor y mi deseo por usted quien lo detiene, no soy yo... ¡Jajajaja!
El Uchiha tiró con firmeza de la cintura de Tsunade y la recostó contra la puerta para después besar sus labios.
—Doce horas, Tsunade... En solo doce horas no sólo celebraré mi cumpleaños, celebraré muchas cosas al mismo tiempo; en mi propio tiempo... Ella y yo cuidaremos de ustedes durante el proceso, tú ahora descansa y nos vemos mañana. Prometo que en cuanto nos des lo que deseamos de ti, puedes salir a ocuparte de tus negocios. Allá te estará esperando un obsequio bastante significativo para ti...
—¡Jajaja! Si, mi Lord, gracias... Haré todo lo que ustedes me indiquen y me alegra mucho ser la portadora de felicidad para usted y para mi hermosa señora. Diviértase mucho esta noche... —Tsunade se inclinó ante él y besó cariñosamente su mano.
Con un beso más en sus labios, Madara se despidió de la rubia de ojos color ámbar y bajó las escaleras mientras que Tsunade lo veía alejarse con ojos de mujer enamorada
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Luego de que Tsunade cerrara la puerta de su habitación, Ino respiró profundamente y continuó subiendo las escaleras hacia el tercer piso mientras que limpiaba sus lágrimas con el puño de su blusa.
Llorando, Ino entró a su habitación sintiendo un profundo dolor dentro de sí luego de haber visto en la segunda planta a Madara muy divertido junto a la nueva elegida.
—¡Pero qué rápido lograron conocerse...!Tú sabías que así serían las cosas, Ino... Tú sabías muy bien que esto solo era un contrato temporal, y que una vez pasara el tiempo determinado; Madara te iba a cambiar... Te reemplazaría por una chica más joven y más bella que tú, del mismo modo como yo probablemente reemplazaría a alguien más... —se decía a sí misma.
La rubia de ojos celestes por un instante dejó de llorar y fijó su vista en todas las cosas que había comprado para su bebé. Secando sus lágrimas una vez más, ella sonrió con tristeza mientras que recordaba a su hijo.
