CAPÍTULO 4

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El las horas de la tarde del domingo, las aspirantes a compañera temporal fueron llegando una a una. Cuatro hermosas chicas fueron invitadas a la mansión Uchiha a un coctel de presentación y posteriormente, cada una de ellas tendría la oportunidad de compartir un determinado momento junto a él para después tomar la decisión final.

Un ensordecedor grito se escuchó en uno de los salones de la mansión.

—¿POR QUÉ..? ?¿Por qué tendré prohibido salir de mi habitación...?

—¿Será que puedes dejar de gritar...? Nos vas a reventar los tímpanos. —le dijo la pelirrosa a Ino con cara de disgusto.

—¡Cómo no quieres que actúe así, si ustedes me están pidiendo que permanezca encerrada o me vaya a la suite de un hotel y regrese mañana por la tarde...!
Sé que esas tipas llegarán hoy para ser entrevistadas por ustedes y por Madara, así que lógicamente hoy él estará de regreso...
¡No me parece justo y exijo que estos diez dias que él ha permanecido por fuera yo pueda recuperarlos...! —reclamó.

—Sabes que ya eso es imposible, Ino... —contestó Sakura.

—¡Tú no estás en condiciones de exigir absolutamente nada...! —le increpó Sasuke alzando su voz también, pero Sakura tocó suavemente su brazo para hacer que se calmara.

—¡No me voy de aquí y punto...! —pronunció la rubia rotundamente.

Los ojos rojos del pelinegro brillaban mientras que la ira empezaba a correr por todo su cuerpo debido a la poca paciencia que ya le tenía a la pretenciosa rubia.
Sakura avanzó unos pasos hacía ella bajando el tono de su voz para poder persuadirla de su intransigente actitud.

—Ayer me pediste que de mujer a mujer te ayudara con él, así que te voy a dar una sugerencia y me da igual si la tomas en cuenta o no...
Estoy segura que donde quiera que él se encuentre en estos momentos, de cierto modo también te echa de menos; pero si no sigues textualmente las condiciones del contrato que aún no termina, solamente vas a lograr que tanto él como la señora enojen contigo y entonces no puedas tener esa última noche de pasión que tanto ansías tener a su lado.
Créeme, tú jamás los has visto enojarse y si haces enfurecer a alguno de ellos por culpa de tu insensatez; desearás estar muerta o no haber nacido nunca...
Ni él es tan paciente como crees ni ella tan tonta y tan pasiva como te la imaginas. La ira y la soberbia de ambos es tan grande que podrían matar y destruir todo a su paso... —le advirtió con voz murmurante y rostro serio.

La fría mirada de la pelirrosa y la observación que le hizo sobre el Uchiha la hizo reflexionar, de modo que asistió aceptando obedecer.

—Tienes mucha razón, no quiero dañar el día que tanto he deseado... Me quedaré en nuestra habitación y esperaré a que él atienda sus asuntos y venga a mi...
Sé que no estás obligada a atender ninguna petición mía, pero ¿Podrías ayudarme con algo...? —le preguntó la rubia.

—¿Qué quieres...?

—¿Podrías conseguirme ya sea una píldora o una medicina para dormirme profundamente...? —Ino sonrió.  —Necesito descansar lo suficiente para eliminar estas asquerosas ojeras y así no voy a sufrir pensando en... cosas que no debo... Solo quiero que Madara me vea hermosa cuando llegue mi turno... —le dijo.

Sakura asintió mientras que su rostro se veía más relajado.

—En unos minutos yo misma te traeré un té para que descanses toda la noche... —le dijo.

—Gracias... —respondió la rubia sonriente mientras que agarraba el control del televisor y lanzaba a la cama.

Sakura sonrió disimuladamente mientas que daba la vuelta y junto a Sasuke salían de la habitación.

HAPPY BIRTHDAY LORD MADARADonde viven las historias. Descúbrelo ahora