Durante la nochebuena, Madara celebrará su cumpleaños llevando a cabo una particular tradición durante la cena de Navidad, así como todos los años.
Sasuke y Sakura son los asistentes personales de Madara y serán ellos quienes se encargarán entre otr...
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Temari miraba con emoción la vela oscura en el pastel de cumpleaños mientras que relamía el dulce gloss de sus labios con ganas de ya poder darle la primera mordida.
—...Antes de soplar las vela, debes pedir un deseo; pero no el clásico deseo positivo que todos los mortales piden... En el verdadero ocultismo, tu deseo debe tener una enorme carga negativa... Puedes pedir el cobro de una venganza, la desgracia y la destrucción para alguien que te haya hecho mucho daño, la muerte de otro ser, desgracias... En fin... Tantas cosas divertidas que hay...—le decía Shisui
—Jajajajaja! Sabes que no tengo el alma tan putrefacta como tú para desearle tanto mal a alguien. ¡Jajajaja!
Shisui sonrió llevándose sus manos a la cabeza.
—¡Bah! !No seas aburrida...! Pide ya tu deseo y sopla la maldita vela que muero de hambre... —gruñó
—Vale, pero no te enfades... Pediré mi deseo... —Temari cerró sus ojos mientras que sonriente pedía su deseo.
Al ella abrir nuevamente los ojos, Shisui miró el reflejode la vela oscura en laspupilas de sus ojos y al instante supo quéhabía deseado Temari. Sus ojos rojos habían quedado atrapados en la mirada de la chica que en ese momento sopló la vela hasta que la apagó.
—Ya he pedido mi deseo, así que...
Shisui le interrumpió:
—¿Estás plenamente convencida que eso es lo que deseas, pequeña Temari...? —le preguntó
Ella sin imaginar siquiera que Shisui podía leer la mente y los sentimientos de cualquier ser viviente a través de sus ojos, asintió con una amplia sonrisa en sus labios.
—Estoy más que convencida... Tengo muchosmás deseos, pero ese es el que másañoro. Aunque a decir verdad, no sé si se me cumpla porque no contiene energía negativa por ningún lado. ¡Jajajaja! —contestó ella mientras que hacía el primer corte.
—Si, tu deseo si tiene energía negativa, y mucha... —comentó él.
—Ay, y tú que vas a saber...¡Jajajaja! Ya pásame los platos para colocar el pastel. ¿O lo comeremos directamente de aqui? —preguntó
—Yo lo cortaré... —dijo él tratando de quitarle a ella el cuchillo de su mano.
