EVAN.
Llego al aeropuerto y aparco mi camioneta. Salem parece sentirse mejor, pero la prueba de embarazo negativa le afectó.
Salgo, saco su maleta de detrás de mi asiento y la hago rodar hasta parar delante de ella, donde me espera en la acera.
—Diviértete —le digo—. Lo digo en serio. No le des vueltas a las cosas. Sólo pasa un buen rato con las chicas.
Sonríe, pero me doy cuenta de que es un poco forzada. —Lo haré. —Se pone de puntillas y me da un rápido beso en los labios. Agarrando el asa de su maleta, intenta escapar de mí rápidamente.
—Espera. —Se detiene, mirándome por encima del hombro—. Llámame si me necesitas. Si estás molesta, si necesitas desahogarte, o simplemente quieres hablar. Lo que sea, cuando sea, sólo llama y responderé.
Intenta ocultar su pequeña sonrisa. —¿Incluso en medio de la noche?
—Especialmente en medio de la noche.
Sólo nos separan unos metros y los cierro prácticamente de una zancada. Le doy un beso más profundo y largo, antes de dejarla ir. Me quedo junto a mi camioneta, viéndola desaparecer en el aeropuerto. Me duele verla alejarse de mí, sobre todo así. Estoy preocupado por ella.
Cuando ya no la veo, vuelvo a subir a la camioneta y me dirijo hacia el primer lugar de trabajo del día que tengo que revisar.
Inmediatamente los chicos sienten que estoy distraído. Nadie dice nada, pero siento cómo me observan.
Cuando llego al segundo sitio, soy un desastre.
—¿Qué pasa, jefe? —Aaron, uno de mis chicos, pregunta.
Ha sido el primero lo suficientemente valiente como para plantear la pregunta. —Nada —refunfuño.
—Ah, vamos, Evan, no estamos ciegos. Podemos ver que te pasa algo.
—Es mi chica —le digo—. Está molesta.
—¿Qué hiciste?
—Yo no hice nada —digo bruscamente, apoyándome en la parte trasera de mi camioneta—. Sólo hay una mierda que la está molestando y no sé cómo hacerla sentir mejor.
No voy a contarle a mis empleados los detalles íntimos de nuestra vida personal, que estamos intentando tener un bebé.
—Cuando mi novia se enfada conmigo le doy chocolate —dice Jake, otro de mis chicos—. A las chicas les encanta el chocolate.
—No creo que el chocolate pueda arreglar esto.
—Vete a casa, hombre —dice Aarón, empujando su mano hacia mí—. No eres útil para ninguno de nosotros con tu mal humor. Ve a hablar con ella y lo que sea.
—No está en casa.
—Entonces ve a donde sea que esté. ¿Está trabajando? Llévala a comer.
Reflexiono sobre sus palabras. Ve a donde sea que esté. Lo último que voy a hacer es colarme en la despedida de soltera de Lauren y arruinar su viaje de chicas, pero podría ir a Las Vegas y estar cerca por si me necesita. Me haría sentir mejor estar cerca de ella. No me gusta que haya recibido malas noticias esta mañana y tuviera que irse.
—¿Sabes qué? —le chasqueo los dedos a Aaron—, creo que estás en lo correcto.
Se ríe, retrocediendo con una pala en la mano.
—Por eso me vas a dar un aumento, ¿verdad jefe?
Le lanzo los guantes desde la parte trasera de mi camioneta.
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We (can't be friends) II « [Evan Peters]
Fanfic// OBLIGATORIO LEER ANTES LA PARTE I // Su corazón quedó irreparablemente destrozado. Mi existencia tomó un giro irrevocable. Así que me marché. Comencé de nuevo. Contraje matrimonio con otra persona. Pero jamás lo borré de mi mente. Han pasado...