EVAN.
—Bebé . —Llamo a la puerta por lo que parece la centésima vez—. Déjame entrar.
—No. Tengo un virus estomacal y no quiero que te contagies. —La oigo vomitar sobre el inodoro—. ¿Ya llegó Caleb de Boston?
—No, todavía no.
La oigo vomitar de nuevo.
—Voy a llevarme a Seda y a correr a la tienda. Necesitas un poco de Gatorade para mantener tus electrolitos.
Le dan arcadas cuando digo Gatorade.
—No, Gatorade no. Por favor.
—Bueno, voy a buscar algo. Hay agua aquí en la mesita de noche. Intenta beberla mientras me voy.
Odio dejarla cuando está enferma, pero si está así de mal, tengo que conseguir algunas cosas.
Abajo, Seda se sienta en la mesa de la cocina con su libro de colorear.
—Hola. —Le alboroto el cabello y me mira con una sonrisa radiante—. Tenemos que ir a la tienda a comprarle unas cosas a mamá.
—Bien. ¿Puedo tomar un helado?
Esta chica. Siempre sabe cómo engañarme. —Claro.
Cierra su libro de colorear y guarda los lápices de colores. Vamos a la farmacia de la ciudad. A pesar de las protestas de Salem, tomo una botella de Gatorade y un poco de Pedialyte. Claro, es para niños, pero ¿qué daño puede hacerle? Seda me acompaña mientras recorro el siguiente pasillo en busca de algún medicamento que pueda ayudarla a superar esta gripe.
Es entonces cuando me paro en seco en el pasillo de la planificación familiar.
—Ay. —Seda se frota la frente desde donde chocó con mí costado—. Papá, ¿por qué te detuviste?
Salem no se ha molestado en hacerse una prueba de embarazo desde hace al menos tres meses, ya que daba constantemente negativo.
Pero es posible que lo que ella cree que es un virus estomacal sea... más. Un bebé.
Tomo una prueba de embarazo y la añado a la cesta.
—¿Qué es eso? —me pregunta Seda.
—Bueno, ¿sabes que tu mami y yo hemos estado intentando tener un bebé?
—Sí. —Asiente enérgicamente—. Quiero una hermana.
Me río.
—No podemos elegir si el bebé es niño o niña, pero los querremos pase lo que pase, ¿no?
—Mhmm —tararea, pasando el dedo por los productos que están alineados mientras sigo por la tienda. De todos modos, voy a comprar un antigripal mientras estoy aquí, por si acaso me equivoco—. Pero sigo queriendo una hermana.
Mis hombros tiemblan de risa apenas contenida.
Una vez conseguida la medicina, nos vamos y pasamos por la heladería local antes de volver a casa. Seda lame alegremente su helado de vainilla durante todo el camino.
Caleb aún no ha llegado: Salem me hizo llamarlo para ver si venía para que Seda se quedara con él y no se contagiara.
Un virus.
Me río para mis adentros.
No creo que lo que tiene Salem sea contagioso. Pero es bonito que lo piense.
Poniendo una película para Seda, Winnie y Binx saltan al sofá para acompañarla.
—Voy a ver cómo está mamá.
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We (can't be friends) II « [Evan Peters]
Hayran Kurgu// OBLIGATORIO LEER ANTES LA PARTE I // Su corazón quedó irreparablemente destrozado. Mi existencia tomó un giro irrevocable. Así que me marché. Comencé de nuevo. Contraje matrimonio con otra persona. Pero jamás lo borré de mi mente. Han pasado...