Capítulo 7: Clean

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DAMIAN

Anoto con la mejor letra posible mi correo electrónico en la hoja que el maestro acaba de pasar alumno por alumno, dice algunas cosas más para finalizar las clases de hoy, pero no le escucho, ya me he puesto los audífonos y no quiero saber nada más de esta Universidad al menos hasta mañana, todos salen súper rápidos del salón, hace mucho frío así que llevo la chaqueta más abrigada que tengo, froto mis manos y me imagino un delicioso café con leche, pero no tengo ni dinero ni ganas de ir a comprar, me sobresalto súper mal cuando alguien me toca la espalda, me giro a mitad del pasillo y veo a Erik, me quito un auricular para escuchar lo que dice, no entiendo nada.

                —¿Qué? —pregunto muy atontado.

                —Mierda —él enojado me quita el otro audífono, ¿Por qué su enfado y sus mejillas rojas por el frío me causan tanta diversión?

                —¿Qué pasa? —pregunto riendo. Él se queda en silencio como por tres segundos, luego despierta de no sé qué trance ha tenido y pestañea rápido para volver a conectar su cerebro.

                —Vale, el profe de escritura dice que puedes volver al salón, el jueves ve a clases —él pasa de mí y yo no entiendo nada.

                —Espera, espera —digo con voz alta, justo en el momento que por la ventana veo que está lloviendo, Dios, y yo que tengo que aún ir al centro de la ciudad —No vengas a decirme tonterías y luego irte, explícate bien —él exhala agotado.

                —Hablé con él, resulta que mentiste, le dijiste que tú no habías leído el final, le dije toda la verdad, incluso que llegaste tarde por lo de tu gata, él entendió.

                —¿En serio? ¿Fuiste a hablar con él para que me regresaran a clases?

                —No te soporto, de verdad que no te soporto, eres la última persona con la que quisiera seguir compartiendo clases —él se acerca a mí cada vez que dice una palabra —Pero quiero que sepas que no soy mala persona, sí sé que algo es injusto, lo solucionaré, y ese día tú... con gata perdida y todo...

                —Sabrina —le interrumpo —Se llama Sabrina, es naranjita.

                —Me importa una mierda el color de tus huevos, quiero que sepas que valoro que hayas dejado de buscarla por cinco minutos solo para entregar el trabajo, y evitar que me sacaran de clases.

                —Dijiste que era importante, por la beca.

                —Lo sé, sé que los sabes —él presiona sus labios, la lluvia empieza a sonar muy fuerte, se queja porque llega tarde a su próxima clase, lo que es yo estoy libre, camino rápido hasta el estacionamiento y manejo en dirección al centro, pongo la radio para escuchar que caminos se están cortando por la lluvia, New York es una mierda, por suerte para el centro todo está normal.

Han encendido las luces de los faroles de las calles, me bajo de la camioneta y entro a un café muy bonito, veo la gran fila de gente que hay por atender, le pregunto a una de las chicas que va corriendo con donas si es que puedo encontrar a un tal Steve, ella señala la zona de las galletas, limpio mi garganta, me peino un poco y cuento hasta diez en reversa, necesito estar tranquilo.

                —Hola —digo nervioso —¿Steve? Mi compañera de clases me mandó a hablar contigo.                    —¿Eres el chico del que me habló Harper esta mañana?

                —Sí, estoy buscando empleo por las tardes, algunos días a la semana —él asiente rápido, se agacha y me lanza un delantal a la cara.

Damian's VersionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora