Capítulo 17 "Enchanted"

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ERIK

Llego a mi casa cerca de las dos de la mañana, estoy sumamente agotado, dejo caer mi chaqueta en el suelo del comedor y camino descalzo a mi cuarto, escucho ruido en la cocina, veo a mis Padres cocinando postres para mañana, o hoy, prácticamente.

—¿Qué hacen despiertos a esta hora?

—Trabajando —dice Mamá —¿Qué haces tú a esta hora? Mañana hay universidad, ¿De verdad vienes a esta hora de la madrugada de ensayar con la banda?

—Creo que vamos a empezar a poner límites, Erik —dice Papá.

—Yo... yo estaba en la clínica —Mamá deja de lado la fuente de frutas que estaba cortando y mi Papá suelta la bandeja con postres que dejaba dentro del horno, solo para prestarme toda la atención del mundo —Damian se cayó de su balcón.

—¡¿Qué?! —gritan ellos a la vez.

—¿Cómo que se cayó? ¿Está bien? —pregunta Mamá.

—No despierta —digo sin poder llorar, tengo mucha tristeza, pero no puedo llorar —Su tío dice que los doctores no ven que haya mucha esperanza, el golpe en la cabeza fue muy fuerte —Mamá se me acerca y me abraza, me pide disculpas por regañarme antes de saber dónde realmente estaba, pero la verdad es que ella no tiene la culpa, le digo que todo está bien, me encierro en el baño para darme una larga ducha, y luego me recuesto sobre la cama.

Al despertar por la mañana me duele demasiado mi cabeza, veo el reloj y me queda media hora para prepararme, me preparo muy rápido y no tomo desayuno, solo empaco un par de cosas de la cocina y las dejo en el bolso, en lo que saco las llaves del pasillo, mi Madre me pide que por favor le avise alguna novedad de Damian, y que le envíe la dirección de la clínica, asiento ante todo lo que ella dice.

Por suerte solo tengo dos clases el día de hoy, lo malo es que hoy la banda debe tocar en la noche y no tengo ánimos para subirme al escenario, pero debo ser profesional. Se me hace tarde en la Uni preparando un trabajo con unos compañeros, que solo me queda tiempo para ir a mi casa a cambiarme ropa para la noche y partir a casa de Matt.

No me preparo mucho como otras veces, solo una remera negra cortada en la parte inferior para que no me quede tan larga, un jeans oscuro y mis tenis de siempre. Ya está, no puedo hacer más, de todos modos, al llegar al bar y conectar los instrumentos, Harper me delinea los ojos y pega dos stickers de estrellitas plateadas, cantamos cerca de nueve canciones, al terminar guardamos todo en la camioneta y me subo en el asiento del copiloto.

—¿Quieres ir a la clínica? Terminamos temprano, es recién media noche —yo le miro a Matt, asiento lentamente y él acepta llevarme, aprovecho y tomo mi guitarra acústica de la camioneta guardada en su estuche negro, actualmente no la estoy usando mucho y quiero dejarla en mi casa.

Entro a la clínica, saludo a las dos chicas que están en la portería y trato de recordar el pasillo del otro día, me pierdo y empiezo a entrar en pánico, doy una vuelta algo agresiva hasta que me encuentro con Martín, el casi deja caer su café de maquina encima de mí.

—Dios, casi te quemo.

—Hola —digo nervioso —Estaba perdido, no encuentro la habitación de Damian.

—¿Vienes a verlo? ¿Tan tarde?

—La universidad se me alargó demasiado y mi banda tenía un compromiso, disculpe que venga a esta hora.

—No, no, es perfecto, los Padres de Damian se acaban de ir y yo he estado todo el día acá —él me lleva hacia el cuarto, miro desde afuera unos segundos, pero las cortinas no me dejan ver nada.

Damian's VersionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora