Capítulo 29: Daylight

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ERIK

No sé realmente que es lo que estaba soñando, pero debe haber sido algo bonito, ya que despierto con una sonrisa en mi rostro, la que me dura cerca de dos segundos hasta ver que Damian me está gritando.

                —¡Despierta! —me dice enojado.

                —¿Qué pasa? —pregunto con un bostezo.

                —¡Despierta y mira lo que hiciste! —agrega, poniéndose de pie y mirando su reflejo en el espejo, me levanto de la cama y le veo el cuello.

                —Mierda... —digo.

                —Erik, tengo que atender público hoy en la cafería, ¡Y tengo una presentación en la Universidad! Mira como me has dejado.

                —Pero si a penas se nota —miento, Damian abre su mesita de noche y saca un polvo de maquillaje, trata de cubrirlo, pero la verdad es que no logra hacer nada al respecto —Creo que llamas aún más la atención —digo riendo, él enfurecido toma ropa de su armario y la lanza a la cama —¿Qué haces?

                —¿Qué parece? Voy a bañarme para irme a la Universidad —él entra a la ducha y me quedo a solas en su cuarto, lo recorro por unos minutos en silencio, acaricio a Sabrina mientras nos acostamos en la cama otro rato hasta que escucho que Damian ha terminado de ducharse, corro al closet para sacar ropa y fingir que estaba esperando a que saliera, él no me dice nada al salir, solo sale del cuarto y lo oigo bajar las escaleras.

Me doy una ducha corta para no hacerlo enfadar, al bajar con mis cosas veo que ha preparado el desayuno para comerlo en el jeep, me subo sin decir nada, ¿En serio fue tan malo lo que hice? Creí que sería algo lindo, veo que me equivoqué.

Al llegar a la Uni sigo bebiendo mi café en mi vaso portátil que él me ha dado y me encuentro con Harper en la entrada.

                —¡Dios! Tenías razón, es gigante.             

                —¿Le dijiste? —pregunto indignado cuando veo a Harper mirándole el cuello a mi chico.

                —Alguien debe ayudarme —dice con ese mismo tono de voz que me ha hablado toda la mañana.

                —Ven, vamos al baño —ella se lleva a Damian de la mano y se marchan juntos, puta mierda me he quedado solo, por suerte tengo clases así que lo mejor que puedo hacer ahora es irme a mi casillero por los libros.

Al terminar mis horarios de la mañana, regreso al casillero a guardar las cosas e irme a casa, he terminado por hoy, veo a Damian esperándome a un lado del locker, su pie izquierdo tiembla y él se muerde las uñas mientras mira hacia el otro lado del pasillo.

                —Te ves mejor —digo sin mirarle, abro mi casillero y él se sobresalta.

                —Harper logró maquillarlo mejor que yo esta mañana —levanto mis hombros con resignación.

                —Que bien.

                —Oye, yo... —él abre su bolso, me llama la atención y me entrega una bolsita con galletas de chocolate en forma de corazón —Exageré demasiado esta mañana todo el asunto, entré en pánico y... perdóname.

                —Me sentí fatal —admito —Pero creo que tienes razón, no debí hacerlo.

                —No dije que no me gustó —Damian se me acerca lentamente, miro sus labios y cierro mis ojos para besarle, pero él se aparta y me deja la bolsita de galletas en mis manos —Tengo mi última clase ahora, te veo después.

Damian's VersionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora