Capítulo 30: Afterglow

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DAMIAN

Llego a la Universidad cerca de las siete de la noche, ya está oscuro y hace un frío horrible, me abrocho mi chaqueta y camino hasta el patio del deporte, me encuentro con un montón de gente, de pronto me siento incómodo porque no conozco a nadie, siento como alguien me toca la espalda y me volteo asustado.

—Hola —dice Matt, el amigo de Erik —Estamos por acá —él lleva dos patatas fritas en sus manos, le sigo y subo las gradas del campo de juego, me encuentro a Agostina y Harper charlando mucho, se detienen solo para ponerse de pie para saludarme y abrazarme.

—Creí que ya no vendrías, el juego empezaba a las siete, se retrasó un poco —Dice Agos.

—Había mucho tráfico —digo con un dolor de estómago horrible —Que bueno que no ha empezado.

—Tu novio es de color morado, el número 13, por si acaso —me informa Steve, tomo asiento y los jugadores empiezan a salir, veo a Erik correr en esos shorts morados que le llegan un poco más arriba de las rodillas, me sonrojo, muerdo mi labio inferior y lo veo todo el tiempo mientras juega, estoy obsesionado con Erik Rush, no puedo creer lo mucho que me encanta este chico. Tiene su cabello rubio empapado por el sudor, juega muy bien, Agostina me dice que con su Padre siempre practicaban de pequeño y en la adolescencia, anota dos goles de los 4 que hace que su equipo triunfe, le regalan una medalla y un cupón para ir a cenar a solo Dios sabe dónde, el público de las gradas empieza a bajar las escaleras y se meten a la cancha para saludar a su gente, Agostina y Harper caminan hacia donde está Erik. Steve y Matt le siguen, yo voy detrás de ellos.

Al aparecer, Erik le saluda a todo el mundo, cuando me ve parpadea rápido y luego se me lanza encima.

                —¡Viniste! Estaba muy triste porque no te encontraba en ningún lugar.

                —Llegué tarde, lo siento, el tráfico estaba horrible.

                —Me asusté, pensé que no vendrías, te quiero un montón —Erik me abraza, yo escondo mi cabeza en su hombro por unos segundos, a veces lo único que necesito en días malos como el de hoy, es tenerlo cerca, saber que me pertenece y yo que le pertenezco a él, que es mutuo, que nos queremos y todo va a estar bien.

                —Okay, Okay —dice Matt —¿Nos vamos a comer algo por allí? Es viernes por la noche.

                —Voy a las duchas y regreso —él me besa la mejilla y se marcha corriendo, Agostina se ríe de mí porque dice que tengo demasiado enamorado a su hermano, nos reímos y luego todos se suben a mi jeep para ir a comer.

Mastico unas patatas con kétchup mientras Erik parece tener mucha hambre ya que se ha terminado su primera hamburguesa y está pidiendo otra, pero más pequeña, Steve bebe su soda y habla sobre las canciones que van a cantar mañana, los escucho hablar, reírse, y agradezco este momento, sé que no suelto ser tan feliz con frecuencia en mi vida, pero instantes así son los que aprovechó con la vida.

Al terminar cerca de la una de la mañana, Harper, Steve y Matt se van en un uber juntos, yo dejo a Agostina en su casa, quedamos a solas el rubio y yo.

—¿Puedo poner una dirección en el GPS? —me pregunta —No quiero llegar a casa aún.

—Claro, tampoco quería llegar a mi casa —Erik sonríe, escribe la dirección y conduzco prácticamente a ciegas.

Nos bajamos y caminamos por unas calles bastante coloridas adornadas con luces, llegamos hasta un carrusel de caballos que funciona lento pero constante, nos subimos a la plataforma, descanso mi cuerpo en un caballo color dorado, Erik ríe y nos miramos mientras el carrusel da la vuelta.

Damian's VersionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora