Capítulo 9: ...Ready For It?

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DAMIAN

Levanto una caja desde la bodega de la cafetería, le saco las cremas batidas que necesitamos y regreso a la cocina, se las dejo al chico que me pidió si por favor se las traía y luego regreso a tomar pedidos de las mesas, me paseo toda la tarde con pasteles, batidos, galletas y jugos hasta que ya casi no hay nadie, pero aún falta para cerrar, algunos de los que trabajan conmigo salen a donde dejamos la basura a fumar un rato, como yo no fumo me quedo a solas con Steve, él limpia el mesón de atención y yo paso la escoba por el suelo para no tener tan sucio mañana por la mañana.

—Eres bueno en el trabajo —dice él de pronto —¿Ya habías echo esto antes? ¿Trabajar?

—Probablemente lo dices de esa forma porque tienes el mismo prejuicio que Erik, el niño rico engreído.

—Algo así, cuando viniste la primera vez y Harper me habló de ti, creí que era una broma, ¿Por qué trabajas? ¿Aburrido en casa?

—Créeme, son mis Papás los del dinero.

—¿Y no te dan nada?

—Lo básico —digo entre dientes —Algo pasó en casa y ya no me dan dinero para mis cosas, hago esto más por mantener a mi gata —Steve asiente y creo que lo veo sonreír, escucho la campana de la puerta, veo entrar a Harper, Erik y otro chico que no conozco, pero lo he visto sobre el escenario con ellos.

Los tres toman asiento en una mesa del rincón, Steve camina para atenderles a base de insultos y malos tratos, yo regreso al mesón, por ahora no me han visto, pero cuando Steve me pide que le prepare algunas cosas y que las lleve a la mesa, respiro profundo, veo mi reflejo en el espejo de la pared y mi cabello es un poco desastroso, pero me gusta como se ve.

—Hola buenas noches.

—¡¡Damian!! Joder había olvidado que trabajas acá —ríe Harper, ella se levanta de su silla y me abraza con un beso en la mejilla —¿Qué tal todo? ¿Steve te trata bien? Miren las pulseras que me regaló, son por haber encontrado a su gatita —ella orgullosa se las muestra a los chicos, los que no dicen nada, dios... hombres.

—Todo bien —digo con una sonrisa, pongo los postres sobre la mesa, Erik no deja de mirarme, pero no dice nada, regreso a la cocina donde ya han vuelto los demás que trabajan acá, sigo trapeando el suelo, queda como media hora para irnos, uno de mis compañeros me ayuda a limpiar la cocina, cuando por fin podemos irnos, Steve se queda charlando con sus amigos, supongo que él puede dejar que ellos permanezcan adentro, al salir tomo algo de aire, no quiero regresar aún a casa, quizás pueda ir a tomar algo por allí, y no me refiero a alcohol, quiero un café, pero no de esta cafetería, no quiero quedarme cuando Erik y los demás están acá.

—No sabía que trabajabas acá —una voz conocida me hace sobresaltar, Erik está afuera de la cafetería mirando el celular.

—No es de hace mucho tiempo.

—¿Harper te ayudó?

—Algo así, le habló a Steve, en clases charlamos un par de veces y le consulté si sabía de algún lugar donde estuvieran contratando gente —levanto los hombros con resignación —¿Qué haces acá afuera? Tus amigos están dentro.

—Necesitaba algo de aire —yo asiento, la campana de la puerta vuelve a sonar, los demás chicos acaban de salir con sus cosas.

—¡Oye Damian! —dice uno de ellos —Nos vamos a tomar algo, ¿Vienes?

Damian's VersionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora