Damian's Version

Capítulo 11: Fearless

DAMIAN

Detengo mi camioneta frente a la casa de Erik, me bajo y limpio algo de la arena de mis pantalones, le ayudo a Erik a bajarse del vehículo, es muy difícil caminar con él en estas condiciones, y aún peor es tratar de buscar las llaves en su chaqueta.           

                —Tengo una canción —dice —una canción que te va a gustar.

                —No estás en el bar cantando, ¿Dónde tienes tus llaves maldita sea?

                —En mi bolsillo.

                —¡¡Tienes como veinte bolsillos!! —exclamo en el momento que la puerta se abre, su Padre me mira muy enojado —Mierda —digo entre dientes.

                —¡¿Dónde rayos estaban ustedes dos?! Erik te llamé desde media noche.

                —Tú no eres mi Mamá.

                —¡Claro que no, soy tu Padre! Mira en el estado que vienes —su Padre me ayuda a cargarlo a su cuarto, lo dejamos sobre la cama y Erik se duerme de inmediato, el mayor le quita los zapatos y los lanza al jardín por la ventana, están llenos de arena.

                —Lo siento —digo riendo, él me mira súper enojado.

                —¿Bebiste y condujiste la camioneta?

                —No tanto —digo, saliendo del cuarto y tropezándome con una madera suelta —Mierda.

                —Las llaves, ahora.

                —¿Qué?

                —Las llaves, Damian, no vas a regresar a casa y conducir en ese estado —yo me vuelvo a reír, pero él habla en serio, saco las llaves de mi bolsillo y él me las arrebata —Ahora a dormir, gracias a Dios es sábado y no tienen universidad temprano por la mañana.

                —¿Pero...? —digo, él se va a su cuarto y apaga la luz del comedor, no conozco bien la casa, ni siquiera recuerdo m si tienen un sofá donde pueda quedarme en el comedor, me regreso al cuarto de Erik y cierro la puerta.

Tomo asiento en el suelo, exhalo agotado, de pronto una almohada cae desde arriba de la cama, Erik se está quejando por el ruido que ni siquiera estoy haciendo.

                —Deja de hacer sonar el suelo.

                —Eso no es cierto.

                —Cállate, por favor, me vas a reventar la cabeza.

                —Tu Papá me quitó las llaves, no puedo irme.

                —Eso te pasa por beber de forma irresponsable.

                —¡¿Qué?! —grito, me arrepiento de inmediato, tomo la almohada enojado y me lanzo en la cama a su lado.

                —¡¿Qué haces?!

                —Cállate, tu cama es lo suficientemente grande para hacerme un espacio, no voy a quedarme en el suelo solo porque tuve la voluntad de traerte y...

                —Shhh... —él pone una almohada en mi cara y me pide que me calle, me siento tan borracho y cansado, que estoy de acuerdo en eso, me recuesto de espaldas a él, me duermo muy lento, no puedo creer como terminó mi noche.

Al despertar, veo que Erik no está a mi lado, me froto los ojos, estoy muy somnoliento, mi cabello está súper sucio por culpa de la arena, debería irme a casa a darme un baño, me pongo de pie y alguien abre la puerta del cuarto, es Erik, ya está vestido con ropa limpia, su cabello húmedo gotea en su rostro, él toma algo de su ropa y me la deja a un lado.