Capítulo 40 - Miss Americana & The Heartbreak Prince

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ERIK

Golpeo la puerta de casa, Tristan es quien me abre.

                —Hola, Damian no está —dice, tan amable como siempre.

                —¿Le puedo esperar adentro?

                —Claro —él se hace a un lado, se vuelve a tender sobre el sofá y toma un libro que supongo que estaba leyendo desde antes de que yo llegara.

                —Me gusta tu sudadera —le menciono, tratando de ser amable, él me mira por un par de segundos, toce para limpiar su garganta y me agradece con una mueca de amabilidad. Escucho llaves al otro lado de la puerta, Damian entra y se sorprende al verme.

                —Erik —dice, caminando hacia mí y besando mi mejilla —¿Qué haces acá? ¿No tienes el cumpleaños como en una hora más? —asiento.

                —Me han dado unas invitaciones, son dos, quizás quieran ir, es viernes por la noche y no sé si tienen algo mejor que hacer.

                —Pues el plan era mirar películas y comer la chatarra que salió a comprar Damian —dice Tristan desde el sofá, miro la bolsa que lleva Damian en su mano, supongo que ha eso había salido —Pero su banda no suena tan mal, quizás podríamos ir.

                —Si van, tienen que vestirse de rosado, es la temática —Tristan rodea la mirada.

                —Entonces paso.

                —Allí veo que hago —dice Damian riendo —Vete, se te hace tarde, mucha suerte hoy.

                —Nos vemos luego, te amo —le beso en los labios y salgo corriendo, Steve me estaba esperando afuera en el taxi.

DAMIAN

                —¡Anda! No seas aburrido, acompáñame.

                —Ni muerto —responde Tristan en lo que corre a encerrarse al cuarto —No tengo ropa rosada de todos modos.

                —Yo podría prestarte algo.

                —Damian, por favor, no me sometas a algo así, ¿Qué se supone que haga si me ven vestido así?

                —¿Y a quién le importa? Nadie te conoce allí.

                —Por favor, ¿Y la banda?

                —A penas saben quién eres —rodeo la mirada —Solo Matt que te trajo a casa el otro día.

                —¡Vale! —dice rendido a mis ruegos —SI no me queda de otra —lo saco de su habitación y corro a mi cuarto, saco todo lo rosado que tengo.

Al final voy a ir vestido con unos tenis y una camiseta rosada, el pantalón será gris para combinar un poco los colores, en cambio Tristan va con tenis blancos, jeans, y sudadera rosa.

                —Te falta algo más —digo inquieto, saco una de las paletas de maquillaje que se le quedó a Harper en mi casa hace algunos días atrás, tomo unas tonalidades rosas y le pinto dos líneas horizontales en cada mejilla —perfecto.

                —Si mis amigos de Los Ángeles me vieran, me estarían eliminando del grupo de amistad ahora mismo.

                —No seas exagerado, te ves extremadamente guapo —finalizo con Tristan, me miro al espejo y pego dos estrellitas rosas cerca de mis ojos, bajamos las escaleras y me encuentro con Papá en el comedor, apagando su computadora y bostezando de cansancio.

Damian's VersionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora