Capítulo 41: Question...?

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DAMIAN

Continúo sentado en el suelo, a Tristan le tiemblan las piernas por el susto, trato de tranquilizarlo, pero ni siquiera yo puedo estar tranquilo, en la oscuridad escuchamos que alguien charla al otro lado de la puerta, nos miramos en silencio, podemos oír muy bajito lo que dicen.

—¿Los dos? —pregunta alguien —¿Estás loco? ¿Cómo que los dos?

—¿Qué querías? El imbécil estaba acompañado, improvisé.

—Estúpido —la puerta se abre, puedo notar que la tienen con seguro, suenan muchas llaves antes de que esta se abra, empieza un hombre con botas a bajar la escalera, con Tristan nos mantenemos juntos, sentados en el suelo del ático completamente vacío.

—Buenas noches —dice el tipo —¿Qué tal todo?

—¿Qué mierda quieren? ¿Plata? —pregunto enojado —¿Cuánto quieren?

—¿Plata? Claro que no, o sea sí, pero no la quiero de ti, la quiero de tu Padre —él señala a Tristan, quien baja la mirada avergonzado y se queda en silencio.

—¿Y qué tenemos que ver nosotros con las cosas que hizo Martín? Ni siquiera sabemos dónde está, ¿Qué caso tiene secuestrarnos? Él no lo sabrá.

—Claro que lo sabrá —dice, sacando el teléfono del bolsillo trasero de su pantalón y tomándonos una foto —Esto va para tu Papá.

—No me responde los mensajes ni las llamadas hace semanas, ¿Y ustedes creen que les va a recibir la foto?

—¿Ustedes creen que somos imbéciles? —le dice enojado a Tristan —¡Roberto! —grita, la puerta se vuelve a abrir, y lanzan a un hombre por las escaleras, con Tristan abrimos los ojos por la sorpresa y el espanto que nos ha causado todo esto, el tipo lo levanta del suelo, le saca el celular de la camisa y lo desbloquea con el rostro del hombre que lanzaron, miro a Tristan, tiene los ojos húmedos, tiembla un montón, más de lo que ya lo hacía antes.

—¿Benjamín? —pregunta Tristan, él conoce al hombre del suelo. El tipo malo nos vuelve a sacar una foto.

—Este tonto sabe perfectamente donde está tu Papá, pero no quiso hablar, así que mandamos la foto y... —el hombre se saca un arma de la chaqueta, con Tristan esta vez sí nos asustamos un montón, el alma abandona mi cuerpo, y mis oídos se revientan cuando de un disparo el tipo mata aquella persona del suelo, con una bala atravesándole la cabeza —Otra fotografía estaría bien —la forma tan tranquila de hablar me deja la piel helada, le saca una foto a la cabeza de aquel hombre y vuelve a gritar el nombre de Roberto, aquel que lanzó a Benjamín hace un rato.

El tipo baja las escaleras, se lleva el cuerpo arrastrándolo de los pies, el hombre del arma camina hacia nosotros.

—¿Qué ganas matándonos? —Tristan me mira enojado cuando hablo, ruega en silencio a que me quede callado —¿Qué culpa tenemos de los negocios sucios de Martín?

—Alguien tiene que recuperar mi dinero.

—Yo puedo hacerlo —digo, sacándome valentía del orto, no sé cómo es que sigo hablando —Mis Padres tienen dinero, pueden dártelo.

—Quiero que me lo dé él, Martín...

—¿Y quién te garantiza que él vaya a leer los mensajes?

—Sé que lo hará —el hombre se agacha frente a Tristan, quién pierde todo el control y suelta un par de lágrimas.

—Déjalo, por favor —digo calmado —Haremos lo que quieras, lo acepto, solo déjalo en paz a él, ha sufrido ya demasiado por toda la mierda de su Papá.

Damian's VersionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora