Capítulo 15: Forever Winter

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DAMIAN

Despierto como a la una de la mañana, asustado por que mi almohada no se siente como normalmente debería, está todo oscuro a mi alrededor y casi me da un infarto al corazón, luego veo un poco de luz de luna que entra por la ventana, el rostro de Erik se refleja a un lado de la cama, está dormido, y yo a su lado.

Vuelvo a recostarme, acabo de recordar todo lo que sucedió, no sé cómo, pero sigo teniendo mucho frío, me levanto para buscar algo que me abrigue, veo en el armario que mi chaqueta que le presté a él hace unos días sigue allí guardada, podría ocuparla ahora para dormir, pero prefiero dejarla acá. Tomo una chaqueta de Erik y regreso a la cama, me siento mejor, me abrigo más con las frazadas y vuelvo a dormir, más tranquilo de lo que alguna vez yo haya dormido.

Al despertar como a las diez de la mañana del domingo, me levanto para ir al baño y poder irme a casa, el Papá de Erik aparece en el pasillo de la casa, me dice buenos días y con la mirada me indica que me acerque a la cocina luego de salir del baño, al llegar veo como él y su esposa están tomando desayuno.

—¿Quieres té, café, leche...? —me pregunta la mamá de Erik.

—Té, por favor.

—Tres de azúcar —ríe ella —vi el otro día cuantas le echabas, casi me da un ataque de diabetes con solo verte.

—Lo siento, me gusta dulce —suelto una carcajada y tomo asiento para tomar desayuno, Mónica, la mamá de Erik, dice que prefiere dejar durmiendo a Erik otro rato más, pero a los cinco minutos él aparece algo aturdido por la situación en el comedor de la cocina.

—Creí... creí que te habías ido, me asusté.

—Eh... no —respondo avergonzado.

—Casi me morí anoche con todo lo que pasó con Harper, nunca más voy a una fiesta de fraternidades, nunca más.

—Al menos tu amigo estaba allí —dice Jeremy, el Padre de Erik.

—Eres un héroe —Mónica guiña la mirada, me sirve otro emparedado de queso con jamón y yo lo como con bastante gusto, la comida con esta familia siempre sabe de mejor forma, pero en alguna parte del día eso tiene que terminar, y antes del medio día me subo a la camioneta para irme a casa, por suerte mi tío sigue allí y charlo bastante con él en el jardín, mañana empieza a ver los negocios pendientes que tiene en el centro de la ciudad, así que no tardará mucho en irse.

Me encierro en mi cuarto para la hora de almuerzo, prefiero no salir a comer y escuchar la conversación que están teniendo en el primer piso, mi Padre siempre trata de verse mejor que mi tío, empieza a hacer una especie de conversación violenta en solitario ya que mi tío Martín nunca le contesta de mala forma para hacerlo enojar.

Por suerte el domingo pasa bastante rápido, en un pestañeo ya es lunes otra vez, camino por los pasillos de la Universidad con mis libretas cayéndose de mi bolso, llego al salón con casi todo al suelo, creo que me he equivocado con las materias el día de hoy. Ordeno todo lo mejor que puedo y de pronto Harper se me lanza encima para abrazarme. Me mete una caja de chocolates en mi bolso y luego me besa la mejilla.

—¡No tienes idea lo agradecido que estoy contigo! Ayer estuve casi muerta debido a la resaca, pero cuando me di cuenta de lo que sucedía, había un montón de gente con el video y...

—¿Video? ¿Cuál video?

—Ah... —ella saca su móvil del bolso pequeño que lleva a su costado, me enseña que grabaron justo el momento en que me lanzo a la piscina para salvarla, de hecho, hay ediciones en cámara lenta en el momento que salgo de la piscina con la remera levantada.

Damian's VersionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora