Damian's Version

Capítulo 4: Bad Blood

ERIK

Dos de la mañana, sigo leyendo el estúpido libro extra que nos han dado en la clase de escritura, voy en el capítulo 13 de 60. Creo que si sigo a esta velocidad al menos puedo llegar hasta el 25 antes de tener sueño y dormirme.

Abrazo mi almohada y dejo el libro en el suelo cuando estoy dispuesto a cerrar mis ojos de una vez por todas, mañana tengo ensayo con los chicos de la banda y no tengo idea de qué canciones proponerles para el viernes, se supone que al menos a la semana debemos ir con una canción nueva, pero en este momento solo pienso en querer terminar este trabajo de mierda, y alejarme de Damian todo lo posible, ¿Cómo es que no puede existir una silla extra en ese salón? ¡Mierda! Eso es.

***

Aprovecho mi hora libre de la Universidad para ir hasta el salón de la clase de escritura, a esta hora no hay nadie, toco la cerradura y para mi suerte está abierto, saco una mesa y una silla del aula de al lado y la pongo al final del salón, por fin el infierno se ha acabado, ya no tengo que sentarme al lado de Damian nunca más.

                —¿Qué estás haciendo? —el maestro entra al aula, me sorprende con la silla extra, yo la suelto e invento algo rápido.

                —Eh... perdí ayer mi bolígrafo favorito, y creí que se me había quedado acá, pero...

                —Mentir está mal, tengo 13 estudiantes, ¿Me explicas por qué hay 14 sillas?

                —Yo no sé, solo estaba...

                —Saca eso de acá, y madura, Erik Rush, ya no tienes 15 años.

                —¿Por qué me tuvo que dar este trabajo con Damian? ¿No pudo habernos dado algo a cada uno y ya está? Digo, ¿Qué pasa si fracasamos? Elegirá uno de nosotros a la suerte y de allí sacará a él o a mí de la clase, ¿Eso va a hacer?

                —Claro que no, tengo mis métodos, lee bien el libro, el que responda menos preguntas correctas está fuera de la clase, como esa mesa y silla que ahora tienes que sacar —rodeo la mirada, enojado saco todo y lo dejo al lado, como quisiera arrojar todo al aire, pero no puedo, un becado no puede tener escándalos, mi situación es demasiado delicada acá.

Cuando son las seis de la tarde, espero una media hora a que Harper salga de su clase para irnos a casa de Matt, a ensayar, me pongo mis audífonos mientras busco música, una canción que no había escuchado antes suena en el momento que a lo lejos veo a Damian, está sentado en el césped al frente de la cancha cerrada de soccer, lee el libro de la clase y por lo que veo va a la mitad, y lo disfruta, lo noto sonreír de uno de los chistes, y cambiar rápidamente las hojas, debe ir más rápido que yo.

                —¿Hola? —Harper me sorprende mirando a lo lejos, me sonrojo, sacudo mi cabello y limpio mi garganta.

                —Vaya, por fin apareces.

                —Tú sabes que la fotocopiadora siempre está ocupada —yo asiento, me levanto de la banca donde estaba y tomamos el metro en dirección a casa de Matt, al llegar a su garaje, él ya tiene todos los instrumentos conectados, solo falta Steve que debe aún estar trabajando en la cafetería de sus Padres, siempre llega tarde, pero es compresible, trabaja mucho para tener tiempo libre con nosotros.

                —Entonces, ¿Alguna sugerencia para este viernes?

                —Las elecciones de Erik la semana pasada estuvieron muy buenas, las dos primeras canciones fueron las mejores recibidas por el público, ¿Qué más tienes? —me pregunta Happy ante la consulta de Matt.