Somos tres

Somos tres Capitulo 41

Una tarde de estudios y... ¿nervios?

Aún estaba un poco sorprendida por lo que mi Nana me estaba diciendo. Cuando escuché todo eso de Williams, me sorprendí bastante. No puedo creer que, a pesar de cómo nos conocimos, él me haya descrito de esa manera, aún más por su actitud y su manera de ser. Realmente me siento tan impresionada por cómo nuestra vida ha cambiado tanto desde que me trasladé aquí. Es impresionante cómo Dios puede unir dos caminos tan diferentes en uno solo.

—Él es un muy buen muchacho, lo supe desde que lo vi, lo pude sentir. Sin embargo, hagan las cosas bien y despacio, y confío en que así será. Además, él ya me había dicho que iba a hablar contigo sobre esto; incluso me pidió permiso para salir contigo de una manera muy responsable y madura.

Ese mismo día, Williams y yo acordamos estudiar para la temporada de exámenes en la universidad. Estaba un poco nerviosa, ya que sería, como quien dice, nuestro primer día oficial como novios. Sin embargo, es mejor respirar profundo; solo vamos a estudiar y hablar, no es la primera vez que lo veo —me decía a mí misma en mi habitación mientras me miraba frente al espejo.

—¡Rous! ¡Ya Williams está aquí! —dijo mi abuela en voz alta desde abajo. Cuando escuché eso, se me olvidó completamente lo que me había dicho a mí misma frente al espejo. Rápidamente agarré mis cuadernos y libros y bajé.

Mientras bajaba las escaleras, lo pude ver hablando con Nana.

—Hola —dijo Williams mirándome a los ojos con la misma expresión de siempre, pero se notaba un poco diferente.

—Hola, jajaja, ya estás aquí —dije nerviosa.

—Nana, vamos a estar en el jardín de atrás estudiando, por si nos necesitas ya sabes dónde estamos.

—Oh, no se preocupen por mí, estudien tranquilos. Mis amigas van a venir; estaremos en la sala de estar, tomando un poco de té mientras hablamos de la vida —dijo mi abuela con una sonrisa pícara.

—Está bien —Williams y yo nos dirigimos hacia el jardín, sentándonos en la enramada.

—Ok, ¿dónde empezamos entonces? —preguntó Williams mientras sacaba sus libros y cuadernos de la mochila.

Lo podía notar normal, como antes; al final, solo era yo la que estaba nerviosa por todo esto...

—Podemos empezar por la más complicada, así es mejor.

—Está bien, no hay problema. Entonces empecemos con Ética, Gramática y Geometría avanzada.

—Ok... —dije un poco desanimada.

Realmente pasamos toda la tarde estudiando. Él explica muy bien y me ayudó bastante, pero estuvo todo este tiempo centrado en estudiar. Sé que era a eso a lo que íbamos, pero aun así...

—Tomemos una pausa, iré por algo a la cocina, es bueno descansar las neuronas —le dije mientras me ponía de pie—. Vengo en un momento.

Ahhhh, me siento tan frustrada, no sé qué hacer. Me siento boba, siento que soy la única que se pone nerviosa mirándolo a los ojos y que estemos así. Siento que estoy actuando como una niña. Me gustaría poder actuar como él, tan sereno y sin nervios —pensaba mientras caminaba hacia la cocina. Rápidamente preparé unos jugos, cogí unas galletas y las llevé al jardín de atrás. Podía escuchar las risas de mi abuela y sus amigas desde el patio. Jajaja, me gustaría estar así con Williams, como ellas. Jajaja, siento que estoy pidiendo lo imposible —me decía a mí misma mientras caminaba mirando a Williams.

—¡Bien! Aquí estoy.

—Lo siento, pero ya casi me tengo que ir, quedé de encontrarme con Esteban hoy a las 7:30 en su casa.

—Está bien, no hay problema. Ya hemos estudiado toda la tarde, pero antes termina de beberte el jugo por lo menos, después de todo ya lo hice.

—Sí, me queda media hora. Ya podemos parar de estudiar por hoy, pero mañana trata de estudiar, la semana que viene entramos en exámenes, ¿ok?

—Sí, está bien.

Williams terminó de beber el jugo, pasaron unos diez minutos y ninguno dijo nada; simplemente nos quedamos observándonos el —¿cielo?

—Williams...

—¿Sí? ¿Qué pasa? —respondió mirándome a los ojos.

—Te tengo una propuesta: ¿qué tal si un día a la semana nos levantamos a las 3:30 a.m. para orar juntos en la madrugada? Claro está, es solo una idea, está bien si no quieres.

—No, está bien, es una muy buena idea. Podemos levantarnos a esa hora y orar juntos por nuestra relación y más cosas.

—Sí, está bien. Lo podemos hacer los miércoles.

—Está bien, entonces sería mañana cuando iniciemos. Te llamaré a las 2:50 para que empecemos.

—Muy bien, no hay problema. Eso sí, no te quedes dormido si yo te llamo primero.

—Está bien, Rous —dijo Williams con una sonrisa en el rostro.

—Sabes, sé que parece que crees que es muy fácil para mí, no sé en tu caso, pero realmente me tomo nuestra relación en serio. Aunque no lo aparente, me puse nerviosa desde el momento en que entré a tu casa, desde que te vi, cuando vinimos aquí e incluso cuando te fuiste. Pero bueno, solo te pido que seas paciente. Sé que no soy fácil de entender, pero daré todo lo mejor de mí. Esta es mi primera relación seria y en serio quiero que todo salga bien.

—Yo... pensé que era la única que se sentía así. Me alegra saber que no es así. Gracias por decirme cómo te sientes.

CONTINUARÁ