Somos tres capitulo 44

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Una palabra de confianza

Después de unos minutos terminamos de orar y comenzó el culto especial de jóvenes. Se derramó la gloria de Dios de una manera muy especial. Primero, el líder de los jóvenes oró y dio las oportunidades. Ya casi venía la parte de la danza. Antes de que el predicador empezara a orar, fui al baño y cerré la puerta.

Sentí cómo en mí entró un espíritu de miedo e inseguridad, miedo a fallar, miedo a olvidar un paso, miedo a que todos me juzgaran porque antes me había apartado. Sentía ese miedo y ese temor, pero rápidamente me dije a mí misma, mirándome al espejo:

—Tranquila, Rous, todo estará bien. ¡Dios está conmigo! ¡Dios está conmigo! ¡Dios está conmigo! —me repetí esas palabras muchas veces. Realmente no entiendo por qué tengo que ser una persona tan insegura de mí misma, pero por la gracia de Dios ya estoy cambiando eso. Sin embargo, aún es difícil para mí.

Cuando salí del baño, vi a Williams parado al lado de la puerta esperándome. Me sorprendió bastante, ya que no lo esperaba, pero al ver mi rostro tenso e inquieto me preguntó:

—¿Está todo bien? —dijo tomándome de la mano.

Respiré hondo y le respondí:

—Realmente no lo sé. Me siento insegura y con miedo, pero no entiendo por qué. Esto es algo que ya he hecho muchas veces, sin embargo siento que es diferente. Tal vez porque antes me había apartado. A pesar de que me sé todo, a pesar de que es raro sentirme así, simplemente me siento ansiosa porque tengo miedo de hacerlo mal.

Williams me miró con calma y me dijo:

—Rous, tranquila. Número uno: deposita tu confianza en Dios. Número dos: no tengas miedo. Y número tres: no te estanques en el pasado. Eso solo fue un pequeño proceso que ya pasaste. Ahora estás aquí. Deposita tu confianza en el Señor. Cuando te sientas así, no corras ni huyas. En esos momentos clama al Señor desde lo más profundo de tu corazón, y Él responderá. Cuando empieces a danzar, dile al Señor con fe y todo tu corazón: "Señor, en este momento te pido que desde que empiece seas Tú guiando mis pasos, déjame sentirte de una manera especial", y así sucesivamente. Eso es lo que tienes que hacer. Todo saldrá bien. Yo también voy a orar por ti, así que ya no estés nerviosa. Vámonos, las danzarinas te están buscando.

Nuevamente lo hizo. El Señor siempre me tranquiliza de esta manera, y siempre es a través de Williams. Le doy gracias a Dios por la ayuda idónea que me ha dado, porque de eso se trata. Ya no me siento nerviosa, el Señor está conmigo —pensaba mientras caminaba junto a Williams, tomados de la mano.

Continuará








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