Capítulo 4: ¿Me estás enseñando qué hacer?

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El ambiente en el comedor era bastante raro.

Los veteranos se agrupaban por parejas, pero los recién llegados estaban asustados hasta la medula y sólo esperaban que alguien los llevara a cuestas.

Era sólo la mitad de la hora de comer. Había bastantes personas que se acercaban mañosamente a los veteranos para deshacerse en elogios hacia ellos.

El tipo de las gafas era uno de ellos.

Antes de entrar en el bucle infinito, el tipo de las gafas no era más que un oficinista ordinario que cumplía las normas entre semana y trabajaba diligentemente para completar el trabajo que le habían asignado los superiores, sin atreverse nunca a salirse de la línea.

Pero ahora había entrado en esta terrorífica y peligrosa competición de Aprendices de Thriller, donde su futuro era incierto. No sólo no podía volver atrás, sino que además corría el riesgo de perder la vida.

Como estaba sentado en la oficina todo el año, su cuerpo de gafas estaba ligeramente gordo y débil. Aparte del trabajo, no tenía ninguna habilidad o talento de los que hablar. Su calificación era un reflejo de su trabajo en el escalón más bajo en el mundo real: Rango F. Si no conseguía una puntuación de Rango E o superior en la reevaluación, sería carne muerta.

Nadie quería morir, y lo mismo ocurría con el tipo de las gafas. Así que, tras entrar en la primera ronda de la competición, empezó a hacer ábacos mentales, elaborando esquemas en su cabeza.

Después de que la enfermera abriera la puerta, se arrastró inmediatamente escaleras arriba hasta el comedor, observando en silencio a todos los que entraban por la entrada.

Al final, su acecho dio sus frutos. El tipo de las gafas conocía mejor a los aprendices de esta ronda.

Había dos personas con insignias de Rango S, tres de Rango A, una decena de Rango B, e incluso más de Rango C y D. Pero la mayoría seguía siendo, como él, tenían insignias de Rango E o F.

Uno de los Rangos S, un hombre de largo pelo negro, parecía distante e indiferente, e incluso el aire a su alrededor parecía helado por la escarcha.

El otro Rango S tenía el pelo dorado y una sonrisa cálida como la brisa primaveral. A pesar de llevar una bata de hospital, no se podía ocultar la atmósfera de santidad que le rodeaba.

Pero antes de que el tipo de las gafas se atreviera a subir, vio a otros Rangos E y F con la misma idea que él acercarse, llevando sus bandejas a los dos Rangos S.

Zhuge An ni siquiera levantó la mirada. Dejó los palillos en el suelo sin decir palabra, y las piernas de los recién llegados temblaron de miedo.

Contrariamente a lo esperado, el alto rango de pelo dorado no mostró la misma cara de piedra a los recién llegados. En su lugar, sonrió comprensivamente.

"Son todos recién llegados, ¿verdad? Soy el Mesías, pueden llamarme así".

Tal vez porque este alto cargo era fácil de tratar, todos los recién llegados se sintieron más a gusto y estos empezaron a presentarse inmediatamente. El tipo de las gafas se quedó a un lado, observando durante un rato, y luego engrosó su piel y se unió.

Uno a uno, expresaron el miedo que sentían en sus corazones y su impotencia y confusión ante la situación actual.

Mesías no interrumpió, pero escuchó en silencio, y esperó hasta que la última persona había terminado de hablar antes de asentir en reconocimiento. "Efectivamente. Los aprendices de alto rango son básicamente aspirantes que ya han vivido en el bucle infinito durante algún tiempo. Ustedes aún son novatos. Es cruel lanzarlos a la selección de aprendices sin ninguna oportunidad de desarrollo".

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