Thriller Train3e

Capítulo 102: El doble de amoroso con el Diablo

Zong Jiu estaba bastante molesto.

Le gustaba la sensación de tenerlo todo bajo su control, pero tenía que existir esa variable, el Brujo Oscuro. Además de eso, lo más aterrador era que había pasado completamente desapercibido bajo el radar de Zong Jiu, por no hablar del hecho de que por lo que podía ver del estado del Brujo Oscuro ahora, ya había alcanzado lo que Zhuge An llamaría 'control absoluto'.

Básicamente, había estado bajo el mismo techo que el mismísimo Diablo durante los últimos dos meses, comiendo y viviendo juntos, con el otro incluso pasándole una colcha y una funda de almohada al principio del curso. Hubo una vez en que Zong Jiu se olvidó de llevar la toalla a la ducha; llamó y fue el Brujo Oscuro quien le tendió la mano para pasársela.

Incluso eran compañeros de litera.

Si esto no era lo bastante emocionante, ¿a qué podría llamarse Thriller?

Al pensar en esto, el humor de Zong Jiu pasó por una montaña rusa.

Así que planeó devolverle al No. 1 una sorpresa en forma de marioneta.

Sin embargo...

Una mano enguantada de blanco emergió lentamente de las sombras de la estrecha escalera, golpeando en medio de la tenue y gélida luz.

Esta mano helada levantó el pelo blanco del joven, y su risita baja le hizo cosquillas en los oídos, como una aparición en este espacio estrecho, entrando y saliendo de la existencia.

Las pupilas de Zong Jiu se contrajeron, pero no pudo retroceder.

No era que el No. 1 le restringiera de nuevo con hilos de marioneta, sino que el lugar donde se encontraban no era el ideal.

Se trataba de un triángulo de sombras bajo las escaleras que iban de la planta baja al segundo piso del hostal, un tramo muy estrecho de por sí. Cuanto más se avanzaba, menos espacio había para apretar en la parte trasera de la escalera.

Al principio, cuando Zong Jiu y el Brujo Oscuro luchaban, era un concurso de fuerza física y habilidades de combate. Una patada se devolvía con un puñetazo en una ráfaga en este estrecho espacio. Los naipes de póquer se rompían en diferentes esquinas, clavándose en las baldosas, agrietando varios azulejos de cerámica y vibrando mientras se pegaban a la pared blanca.

Zong Jiu sólo inmovilizó al Brujo Oscuro contra la pared con mucha dificultad, pero poco esperaba que el Diablo saliera de entre las sombras, atrapándolo con un ataque de pinza.

Ahora, frente a Zong Jiu estaba el rostro indiferente del Brujo Oscuro, sus ojos verde oscuro medio ocultos por la capucha aparecían como profundas cuencas. Detrás de él estaba la fría temperatura corporal del Diablo, el nudo de su corbata rozándole ásperamente la nuca.

En esta escena, Zong Jiu tomó una decisión instantánea; la mano en la coronilla de la cabeza del Brujo Oscuro se extendió inmediatamente en un intento de arrancar los hilos de la marioneta.

Sin embargo, contrariamente a lo esperado, cuando su mano agarró firmemente los cinco hilos invisibles de la marioneta durante algún tiempo, a pesar de la fuerza que puso en la muñeca, todavía... ¡¿no se movieron?!

"Ya veo... Así es como tocas los hilos".

Sin inmutarse, el Diablo observó sus acciones. Al cabo de un rato, pasó perezosamente el brazo por el hombro del Mago, apoyándolo en su mano.

La tela del guante se superpuso a los delgados dedos del joven, que sintió un escalofrío reflejo en las terminaciones nerviosas ante el encuentro con el peligro.