Thriller Train3e

Capítulo 19: No eres un caballero si no te vengas

Cuando Zong Jiu finalmente volvió en sí, el mareo y la debilidad en sus miembros eran similares a cuando había entrado por primera vez en la instancia.

Era obvio que había sido drogado.

No abrió los ojos, pero mantuvo su respiración uniforme y escuchó en silencio los movimientos a su alrededor.

Realmente, la situación actual de Zong Jiu no era muy buena.

Podía sentir que unas anchas correas le ataban a una estrecha silla, inmovilizando su cuerpo.

Y lo que era más importante, le habían metido en la boca una toalla empapada en desinfectante, lo que significaba que ahora no podía hablar, y mucho menos recitar la clave para despejar instantáneamente la instancia.

O, en otras palabras, era como un huevo frito pegado a la sartén que no se daría la vuelta pasara lo que pasara, sólo podía mirar impotente, incapaz de moverse incluso cuando le prometían riquezas y joyas.

Zong Jiu: "..."

¡Joder! He metido la pata hasta el fondo.

[Awuwuwu, ¡por fin se ha vuelto a conectar la transmisión! ¡A'Jiu, no llores, mamá está aquí!]

[Maldición, es un poco inapropiado emocionarse cuando se acaba de reconectar, ¿no?]

[Acabo de ir a ver algunas otras salas de transmisión en vivo en este caso; todas parecían haber perdido la conexión. Me dio un susto. Por suerte Jiu-gege volvió, uf.]

[Honestamente... tiene muy buena suerte. Si no fuera por ese Doctor pervertido que lo sacó del sótano 2 como si nada, esta belleza de pelo blanco probablemente acabaría como He Jianlan y los demás].

"¿Despierto?"

Justo cuando maquinaba en secreto en su cabeza, una voz grave sonó silenciosamente en la cámara vacía.

Ya que había sido descubierto, Zong Jiu no se molestó en seguir fingiendo.

Ya tenía la carta oculta que le allanaría el camino a la victoria. El único problema ahora era que tenía que lidiar con este Doctor que tenía escrito 'Soy muy feliz' en toda su cara.

Mientras el otro le quitara la toalla de la boca, aunque sólo fuera por un segundo, Zong Jiu podría convertir la derrota en victoria.

Una vez decidido, el joven de pelo blanco abrió lentamente los ojos y observó su entorno con cautela.

El quirófano estaba en penumbra. La única fuente de luz era la que se proyectaba sobre la mesa de operaciones.

Pero para Zong Jiu, aún había otra fuente de luz.

Una caja de hierro negro colocada sobre la mesa de operaciones, que irradiaba un brillante halo dorado, moteándose suavemente a su alrededor en largos y estrechos granos de luz.

Los ojos de Zong Jiu brillaron.

La última vez que estuvo en el quirófano, recibió una información muy valiosa.

"Esa caja contuvo una vez una baratija muy interesante. Es una pena que hace unas décadas... la robara un ladrón desgraciado..."

Según las conjeturas de Zhuge An, el espacio dimensional alternativo existió exactamente treinta años antes de la línea temporal de este asilo. Cuando el reloj diera las doce del tercer día, todos los aprendices del asilo serían arrastrados a la dimensión alternativa, lo que significaba que Zong Jiu no sólo estaba allí, sino que también se encontraba treinta años atrás en el pasado.