Te despiertas con Merle acariciándote el vientre, una sonrisa adormilada se dibuja en tu rostro mientras le devuelves el saludo. Haciendo círculos en su hombro. Abres los ojos y te percatas de que aún está profundamente dormido.-cuidado Alejandra, no hagas eso...-Escuchas como murmura dormido. Ahogas las ganas de reír. Ni en sueños puede dejarte tranquila.
Él te acaricia con cuidado. Pero también con ese toque de preocupación característico de todo un sobre protector de una mujer embarazada. Te sientes agradecida por tenerlo a tu lado, pero también un poco exasperada por su constante vigilancia.
Tienes un antojo repentino de galletas, así que te levantas con cuidado para no despertarlo, aún parece estar medio dormido en su abrazo matutino.
-No te preocupes, cariño. Estoy aquí para cuidarte- Escuchas como vuelve a murmurar. Sí, a veces era un poco sonámbulo.
-Ohhhhh-susurras con ternura. El Merle que conoces no te diría unas palabras tan dulces despierto.-Lo sé, mi amor- Dejas un beso en su sien y te encaminas sigilosamente a la cocina.
Mientras preparas las galletas, escuchas como Merle se levanta y corre a ver lo que estas haciendo.
-¿Qué haces tan temprano en la cocina?-Cuestiono mientras se dejaba caer en una silla del comedor.
Sus palabras te sacan una sonrisa tierna, pero también te hacen rodar los ojos en secreto. ¿Acaso no confía en tu habilidad para moverte por la cocina, sin hacer daño a tu barriga de siete meses?
-Galletas, quiero galletas.
-¿Necesitas ayuda?- Pregunto apoyando su cabeza en su mano, bostezando.
Merle te sigue con la mirada, claramente despierto ahora, aunque aún luchando contra el sueño.
-No, estoy bien.
-Vale- Viste como cerró los ojos un momento.
Sigues preparando las galletas con cautela, sabiendo que Merle está ahí observándote. Y aunque su protección puede ser un poco excesiva a veces, no puedes evitar sentirte afortunada de tenerlo a tu lado. Sabías que al ser algo mayor que tú, tenía otra percepción de como debían ser las cosas. No había más que aceptarlo.
•••
Después de compartir las galletas, te sentiste agotada y decides echar una siesta en el sofá, rodeada de cojines. Como si estuvieras construyendo un fuete, super comodo. Merle se acomoda a tu lado en el sofá. Tomó el libro que llevaba unos días leyendo y siguió por donde lo dejó.
-Parece que la pequeña Nora tiene sueño-Canturreo, riendo, acariciando tu vientre. Acabas de, literalmente, despertarte.
Te hace sonreír mientras te entregas al sueño. Mientras tanto, Merle se sumerge en su libro, pero de vez en cuando levanta la mirada para asegurarse de que estás cómoda y tranquila.
•••
De repente escuchó un ruido fuera. Alertado se incorporó. Decide dejarte dormir, por si se trata de un animal o alguna tontería. Coje un rifle y se encamina a la puerta. Su actitud es tranquila por el momento.
La abre, apuntando a la salida. Pero la sorpresa lo hace bajarla de inmediato.
-¿Merle?- La voz de su hermano sonaba lejana. La verdad es que no esperaba volver a verlo. El contrario también estaba apuntando con su ballesta.
-Darylina...- Su voz era incrédula. Y por extraño que parezca, no parecía contento y menos cuando vio a Rick y a Glenn junto a otro chico que no conocía detrás.
-Hermano... nunca pensé que estarías aquí.-Daryl también estaba en Shock. Pero se le notaba animado.
-¿Qué hacen todos aquí?-Pregunto sin rodeos, manteniendo un tono de voz bajo. Lo menos que quería era que te despertarás ahora mismo.
-Estábamos buscando provisiones, Daryl nos sugirió este sitio para pasar unas noches, dijo que era seguro- Explico Glenn, incorporándose a la conversación.
A Merle no le gustó nada esa idea.
-Hemos visto los cultivos y el ganado. ¿Son tuyos?- Pregunto ahora Rick.
-Sí...- Merle estaba demasiado metido en sus pensamientos como para ponerse a hablar ahora. No le importa tanto que Daryl se quedará, pero sabía que su hermano no abandonaría a sus compañeros. Vaciló sujetando el arma, pensando en si apuntar nuevamente con ella. Pero de verdad que no quería hacer ruido.
-No nos vendría mal algo de leche y huevos-Comento ese chico que no reconocía.
-¿Vives aquí ahora, hermano?- Daryl se encontraba aliviado de ver vivo a su hermano. La última vez que lo vio fue en aquel primer campamento. Y lo último que supo de él fue que lo dejaron a su suerte encadenado, en una azotea.-¿Estas sólo?- volvió a preguntar, ahora con cautela. Temía que, cómo siempre, Merle se juntará con mala gente.
-emmh, más o menos, Daryl-Tomo una actitud más seria- No me importa que pases unas noches aquí, pero-Hecho la vista recelosa a Rick y al resto-Ellos no, sobretodo, el idiota ese-Señolo a Rick con asco.
-Oh, venga ya, ¿aún me guardas rencor? Veo que te las apañaste bien solito- Comento Rick. Merle apretó con rabia el rifle. Si no fuera por tí, seguramente hubiera tenido que cortarse la puta mano.
-Me la suda, quiero que os vayáis- Ahora sí, apunto directamente a ese grupo de tres. Dejando de lado a su hermano.
-¡MALDITA SEA MERLE!- Grito Daryl poniéndose frente a él.-Está también es mi casa, se quedan, solo serán unos días- Merle bajo el arma, solo por su hermano.
-¡No grites!- Exclamó por lo bajo, entre dientes. Y miro hacia atrás, para comprobar si te habías levantado.-Y no, yo llegué primero.
-oh vamos, ¿qué más te da?-Dijo Glenn cansado de estar en modo alerta, solo por el carácter incomprensible del hermano de su amigo.
-¿Con quienes estás? ¿Cuantos son?- Interrogó algo alto Rick, poniendo la mano en su arma.
-Me cago en...- susurro para sí mismo, está gente le estaba molestando mucho.
•••
"¡MALDITA SEA MERLE!"
Despertaste de inmediato, abriendo los ojos de golpe. ¿Quién es ese?¿Por qué estaba gritando? ¿Qué estaba pasando?. Te incorporaste con algo de dificultad y te agitaste un poco para desprenderte del sueño.
Con cautela te escondiste en el marco de la puerta del salón, mirando hacia la entrada.
Escuchaste una conversación, entre varios hombres. Distingusite a alguien distinguste a Merle."No grites"
Y otra voz ahora.
"oh vamos, ¿qué más te da?"
Y otra.
"¿Con quienes estás? ¿Cuantos son?"
Y otra, ¿Pero cuantos son? Te preguntaste. Parecía que estaban discutiendo. Pero no se oían con malas intenciones.
-¿Merle?- dijiste, apareció tímidamente por el marco de la puerta.
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Merle Dixon
Roman d'amourAlejandra encuentra a Merle en la azotea antes de que se cortase la mano. Alejandra: Reader. -Aquí Merle nunca se corto la mano. -No morirá obviamente. -No se relaciona con El Gobernador. -Por obvias razones no tendra gonorrea. -Alto contenido +18...