Capitulo 5.

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Merle empezó a meter las manos dentro de tu camisa. Toco tus caderas deseosamente y fue subiendo las manos hasta casi tocar tus pechos sobre el sostén. Se detuvo.

-¿No vas a hacer nada?-Pregunto, en una voz baja y rasposa.

-¿que quieres que haga?-Miraste sus ojos, eran azules, muy bonitos, realmente hermosos intensos y te miraban.

Te acercaste todo lo que pusiste ha su rostro, te tenia hipnotizada. El era considerablemente mas alto que tu, no podías llegar a sus labios mientras el permaneciera erguido.

-¿Que quieres que haga yo?- Toco tus tetas sobre el sostén excitándote más aun.

-Quiero...-Tu cabeza empezó ha nublarse, sentiste como si el suelo bajo tus pies desapareciera y te dejara en una suspensión eterna.-Que me folles- Dijiste sin resentimientos.

Eso basto para que te rompiera la camiseta con ambas manos y te lanzase al sofá. Se coloco encima tuyo. Antes de que pudieras reaccionar te dio un beso francés, correspondiste torpemente, aun sabia a alcohol. Te quito los pantalones dejándote únicamente en ropa interior. Eso te avergonzaba un poco pero Merle se sentía en el paraíso.

Bajo a tu cuello y no dejo besos sino mordidas algo fuertes. Ya mas calmado intento desabrochar tu brasier, frustrándose al no conseguirlo y antes de que lo rompiera, tu misma te lo quitaste. Dejándole ver tus pechos plenamente. Ahora si los toco de verdad, según el pensamiento de Merle eran grandes, pero no demasiado, lindos pero sexys, mullidos y aun así firmes. Osea perfectos.

Se llevo uno de tus pezones a la boca, te estremeciste, con una mano se ocupaba de tu otro pezón apretándolo levemente.

-¡Ah, merle!- Sentiste como mordió tu pezon.

Jadeaste al sentir como bajo por tu abdomen con besos húmedos. Llego a tus bragas, masajeo tu clítoris con su pulgar.
Jadeaste de placer, pusiste las manos en su cabeza y miraste sus ojos nuevamente, tus ojos estaban aguados de placer. Tiraste de el hacia ti para besarlo. Te besaba con deseo, sus lenguas se movían en una juguetona batalla de lenguas que obviamente Merle gano.

Te arranco las bragas y volvió a bajar a tu vagina, la lamió lentamente para torturarte.

-Ahh~-Arqueaste la espalda.

Exploro tu intimidad con su lengua, succionó tu clítoris, volviéndote loca y haciéndote jadear de placer.

Siguió dándote placer. Sentiste un cosquilleo en el estómago y tuviste un orgasmo, te corriste en su boca.

- ¿Tan rápido?- Se burlo.- Aun no hemos acabado-Se saco el cinturón y desabrocho el pantalón. Dejándote ver su miembro erecto, era grande, mas de lo que pensabas y se le marcaban las venas, estaba muy duro.

Rozo tu entrada con el, la cual ya estaba lo suficiente lubricada. Y entro de una fuerte estocada.

-¡Ah!-Gemiste con dolor, Merle no lo noto. Iba ha empezar ha moverse, hasta que vio un hilo de sangre deslizarse por su miembro.

-Emm, te ha bajado la regla- Dijo dubitativo.

-No, claro que no- Le contestaste, aun faltaba un par de semanas.

-Claro que si, estas sangrando- Saco la mitad de su miembro para ver que aun había mas sangre.

-No, es normal- Dijiste adolorida.

-¿Siempre te pasa cuando lo haces?-Dijo preocupado- Deberías haber ido al medico ¿sabes?-Dijo obvio.

- Claro que no idiota, soy virgen- Frunciste el ceño.

Esto lo pillo por sorpresa, nunca había estado con una virgen y estaba seguro de que lo había echo todo mal.

-Ah, tendrías que habérmelo dicho- Dio una suave estocada dentro de ti.

-¿Pa-para que?- Sentiste como empezaba un vaivén lentamente, se sentía raro.

-Todo hubiese sido diferente- Siguió moviéndose frustrado.- Ahora seguro que tu primera vez ha sido una mierda- Afirmo.

-Cla-claro que no- Dijiste, no había sido una mierda, sabias que la primera vez dolería pero eso no te perturbaba en lo absoluto. Era algo que tenia que pasar.

-Eres tan pequeña- Dijo excitado refiriéndose ha tu interior. Suspiro con placer, no lo hacia todo lo fuerte y rápido que querida y eso lo torturaba, pero queria hacerte sentir bien.

Apoyaste ambas manos en sus hombros y cerraste los ojos fuertemente aguantando el ardor.

Al pasar un par de minutos las malas sensaciones desaparecieron convirtiéndose en placer.

-ahh~- Gemiste pero querías aun más.-Merle- El te miro- Más-Le pediste, el sonrió y te hizo cambiar de posición, ahora estabas en la posición de perrito. El sofá era un poco incomodo, merle tenia razón.

Sentiste una fuerte estocada que esta vez solo te dio placer. Jadeaste. Y ahora si te estaba penetrando duro y profundo. Merle soltaba gruñidos de placer y tu gemías no muy alto ya que te avergonzaba un poco.

-¿te gusta?- Pregunto demandante. Asentiste con la cabeza. El rio orgulloso de si mismo-Dilo- Demando.

-S-si, me- gu-gusta~-Dijiste como pudiste ya que solo podías sentir y pensar en lo bien que se sentía tenerlo dentro de ti.

-¿Que es lo que te gusta?- Susurro cerca de tu oido.

-es-esto- El sonido de vuestros cuerpos chocando era tan excitante.

Merle aumento la velocidad y se corrió dentro de ti. Pero siguió envistiéndote unos segundos más hasta que también te corriste, por segunda vez.

-Me debes un orgasmo-Salió de ti lentamente contemplando como los fluidos salían de tu intimidad, era un pervertido.-Y yo te debo unas pastillas anticonceptivas- Te dio una nalgada, caiste rendía en tu pequeño sofá. Y ya no sentiste nada más, te dormiste.

-Joder, ha mi si que me a tocado la lotería-Observo tu desnudez para abrocharse los pantalones, levantarte del sofá y llevarte en brazos por las escaleras hacia tu cuarto.
Te recortó con cuidado en la cama y te cubrio con las sabanas.

Volvió abajo y observo al cabrito descansar debajo de la mesa.

-¿Que tal el espectáculo?- Le dijo con gracias, se habían olvidado completamente de el y ni siquiera había echo acto de presencia mientras copulabais.- Jajajajaja-rio con su característica carcajada y salió
nuevamente de la casa ha cazar. Quería comer algo de carne.

Merle DixonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora