Prólogo

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El prólogo esta muy mal escrito y también es muy improvisado, pido una disculpa por eso

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Los aullidos de los cachorros de perro resonaban con fuerza, chocaban sus garritas en el cristal con la intensión de salir de allí. Las aves graznaban tan fuerte que parecía que se desgarraban la garganta. Y los gatos miraban con claros celos la gran caja con ramitas de piedra resplandeciente que impedían que otros dos gatos salieran de ella.

Un flacucho gato blanco asomó cautelosamente su cabeza, y logró pasar su hocico por una de las aberturas de las ramitas para olisquear el aroma horripilante de tantas criaturas juntas, pero sobre todo los claros celos de los gatos en sus prisiones de cristal. No lo entendía en realidad, ellos serían llevados por una horripilante Dos Patas a donde solo el Clan Estelar sabe, y los pribarian de su libertad nuevamente, ¿Por qué esos gatos con los que habían compartido aus historias sobre la libertad en el bosque estarían celosos de lo que les estaba pasando a ellos? ¿Era tal vez porque podían pasar mas alla de las prisiones de cristal? ¡Esa nueva prisión no era mejor, de hecho era mucho peor! El espacio era tan reducido que apenas podía moverse.

Sentía que el aire comenzaba a faltarte allí dentro y eso lo hizo intentar sacar aun mas su hocico gris, pero no pudo hacer mucho. Bufo frustrado y dio un brusco pasó hacia atras, pero rápidamente quito su pie cuando escuchó un chillido de dolor que le perforó en las orejas.

—Lo siento—se disculpó con el gato negro y blanco detras suyo.

Con cuidado dobló su cuello hacia atrás para lograr ver por encima de su hombro, dislumbrando apenas a un tembloroso gato blanco con diminutas partes blancos. Sus ojos verdes miraban con locura hacia todo lado, pero no había nada que ver mas que las cuatro paredes que los obligaban a ovillarse en lo mas profundo de la prisión.

—Esta...bien...—tartamudeó en cuanto escuchó la disculpa de su amigo.—¿Que esta pasando afuera?—preguntó doblado las garras en una señal de miedo.

El gato blanco lo miro con pena y suspiró.

—No lo se, apenas puedo sacar el hocico—gruñó con desdén.

El joven de pelaje oscuro bajo las orejas conmocionado, y el guerrero de pelaje blanco rápidamente se sintió arrepentido por el tono que había usado con su querido amigo.

Con cuidado se acostó a su lado y le dio un suave lametazo entre las orejas en forma de disculpa.

—Disculpame, estoy perdiendo la compostura—maulló suavemente contra el pelaje negro.—Solo quiero volver al bosque, solo quiero volver a nuestro clan.

El pequeño gato negro y blanco miro detenidamente a su compañero, quién estaba apoyando su mentón sobre sus zarpas rendido ante la idea de estar por siempre entre las rejas y nunca volver a olfatear el aroma de los frondes del bosque o poder saborear entre sus fauces la deliciosa carne de un raton recién cazado. No podía creer lo que estaba viendo.

—¡No puedes rendirte!—exclamó de repente, asustando al gato—¡Tu no! ¡Eres lugarteniente por el amor al Clan Estelar!

El gato blanco levanto la cabeza lentamente mirando impresionado a su mejor amigo más leal. El joven negro y blanco tenia razón, él no podía rendirse, estuvieron sobreviviendo en ese lugar reprimido por cristales que eran tan fuertes que no podían atravesarlas con sus garras gracias a él, lucharon contra los gordos y jovenes gatitos que se creían mucho por ser de lo que sea que significa "raza" mostrando su autoridad gracias a él, se zafaron de los Dos Patas que trataban de ponerles collares gracias a él, todo gracias a él. Si él se rendía, su amigo parecería antes.

Patchstalker's Heartbreak // Los Gatos Guerrero AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora