Capitulo 32

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El campamento del Clan del Río estaba sumido en una inquietante calma tras su regreso. Los gatos estaban perturbados, susurros y miradas sombrías se cruzaban mientras trataban de asimilar lo que había sucedido. Beetlepaw ya no estaba, y la sensación de pérdida era palpable.

Patchpaw se encontraba esperando a ser atendido, apoyando su lomo en un muro de juncos. Tenía a sus hermanos a ambos lados. Petalpaw reposaba su mentón sobre su cabeza tratando de no soltar algún sonido, pero él sentía cómo su mandíbula temblaba. Larchpaw era un caso diferente, con los ojos totalmente abiertos, demasiado perturbado para parpadear con normalidad. Desde que vio cómo el cuerpo de Beetlepaw se hundía en lo más profundo del río, su expresión no había cambiado.

Desanimado, Patchpaw decidió apoyar su rostro suavemente contra el omóplato de su hermano mayor, sin importarle manchar su mejilla con la sangre que aún no había sido limpiada. Nunca había visto a Larchpaw tan perturbado desde que murió su madre, e incluso en ese momento, la furia de la indiferencia de Appledusk sobre ellos lo había sacado de su trance a los pocos momentos. Suponía que, ahora que eran mayores, la muerte era mucho más imponente ante sus ojos.

Un escalofrío recorrió todo su cuerpo, recordando los pedidos de auxilio de su amigo, siendo ahogados por las olas que impulsaba la corriente hacia él.

Decidió observar a Echosnout mientras esta revisaba a los heridos con eficiencia y preocupación. Logró sacarse poco a poco esos gritos de la cabeza mientras veía cómo la gata movía sus patas con destreza, aplicando hierbas y ungüentos a las heridas de sus compañeros.

—Ya casi termino aquí, luego irán ustedes, aprendices—dijo Echosnout dirigiéndose hacia los hermanos, sin apartar la vista de la oreja cortada de Whiteshadow que estaba tratando.

Patchpaw asintió, tratando de mantenerse firme, aunque su mente no podía dejar de regresar al momento en que el hielo se había quebrado bajo Beetlepaw.

No muy lejos, Icewhisker estaba concentrado en revisar a Darkstar. Parecía tomarle una luna entera solo asegurarse de que una herida era profunda o no. Algunos gatos posaban su mirada sobre él con irritación, esperando ser atendidos también.

El curandero no dejaba de examinar al líder del Clan, sus ojos mostrando una mezcla de preocupación y horror.

—¿Cómo pudiste perder una vida así?—murmuró Icewhisker, su voz temblando—Esto es inaudito...

Darkstar, aún débil por su reciente resurrección, apenas pudo responder. Sus ojos se cerraron con fuerza, tratando de ignorar las palabras de su curandero, mientras su cola, reacia a obedecer el intento de indiferencia, se movía de un lado a otro lentamente, con vergüenza y enojo.

El joven sintió una oleada de rabia ante la indiferencia de Icewhisker hacia la verdadera pérdida que habían sufrido. ¿Es que acaso no escuchó el anuncio de que un comando había caído al río? ¿No escuchaba los lamentos de Ivystripe al no haber podido ayudar a su hijo mayor? Darkstar estaba débil, lo entendía, pero ya había dado más de tres vueltas a su alrededor para ver cada una de sus heridas.

Sacó sus garras para arañar el suelo y así tratar de calmarse, pero a diferencia de él, su hermano mostró sus emociones.

—Beetlepaw ha muerto—murmuró por fin, cambiando su expresión a una llena de ira—¡Beetlepaw ha muerto! ¿Pero a nuestro curandero le importa? No. ¿No es eso gracioso?—una breve risa cruel y forzada surgió.

Icewhisker levantó la vista, sus ojos brillando con una mezcla de culpa y sorpresa. Abrió la boca para responder, pero las palabras parecieron atorarse en su garganta. Finalmente, agachó la cabeza y guió a su líder hasta su guarida en el Sauce Central, en silencio.

Patchstalker's Heartbreak // Los Gatos Guerrero AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora