Patchstalker's Heartbreak // Los Gatos Guerrero AU

Capitulo 27

Ravenwing se quedo quieto ante la cueva, mientras miraba con precaución hacia sus alrededores, luego camino con paso firme hacia adelanté, recibiendo la negrura de la cueva mientras su cuerpo se estaba perdiéndose en la oscuridad poco a poco.

Patchpaw se encogió sintiendose intimidad por el umbral y la negrura que había más allá del arco de piedra, era más oscura que la noche más nublada. Entornó los ojos, tratando de ver adónde llevaba el túnel, pero no logró distinguir nada.

Sus ojos cayeron hasta sus patas, juzgo sus propias zarpas en ese momento. Estaría apunto de pisar un lugar sagrado, donde todos los curanderos y lideres se reunían para recibir sueños del Clan Estelar, para recibir sus nueve vidas y para atender los presagios, ¿Realmente iba a profanar ese lugar al entrar sin ningún tipo de permiso? Ravenwing no contaba para nada, el debía ganarse el derecho de estar en la Piedra Lunar pero allí estaba, colándose sin que nadie lo supiera, peor que un picaro.

Volteó ligeramente a ver a su hermano, quién inesperadamente estaba con la mirada puesta en él. Larchpaw estaba esperando a que él hiciera el movimiento.

Pensó en decirle a su hermano que lo mejor era regresar y respetar los deseos de su líder y del mismo Clan Estelar, quiénes aun no creían que él haya ganado el derecho de viajar a la tan sagrado lugar. Pero notó el pelaje erizado, alborotado llenó de tierra y las garras ligeramente gastadas por escalar entre rocas.

Larchpaw lo había acompañado hasta allí, lo ayudo, lo salvo de morir, ¿En serio iba a menospreciar todo su esfuerzo diciéndole que se marcharán? No, claro que no, su hermano no merecía ésto y él merecía saber la verdad.

Tomó aire llenando por completo sus pulmones mientras su pecho se inflaba lo maximo que podía, luego dió el primer pasó hacia adelante, adentrándose en la oscuridad.

Dentro de la cueva, sus ojos no captaron nada. La completa oscuridad resultaba extraña, por no decir aterradora. Podía sentir mas de una vez su piel rozar con las paredes, pero aun así pensaba que algo podía saltarle desde las penumbras, lo único que lo mantenía firme era su curiosidad y su emoción por llegar a la piedra a compartir sueños con el Clan Estelar.

El aire frío y húmedo le caló el pelaje y los huesos, tensó los músculos. Las noches más gélidas no tenían comparación a ese un ambiente tan helado, Patchpaw podía asegurar como sentía sus patas arder del frio, como la vez que entro por primera vez al rio. El aire glacial le llenaba los pulmones cada vez que respiraba, hasta que se sintió mareado.

La tensión, la falta del aire, casi perforaban con furia su pecho, como queriendo empujarlo de nuevo a los paramos, pero por mas dolor que sintiera obligaba a sus patas a seguir adelante.

No podía ver a Ravenwing allí, así que levantó la nariz olisqueando de forma ruidosa mientras abría ligeramente la boca para saborear el aire. El rastro de Ravenwing lo guiaría.

Siguió el rastro a través de la oscuridad, guiándose tan sólo por el olor y el tacto. Estaban recorriendo un túnel que no dejaba de descender, retorciéndose a un lado y luego a otro y haciéndose tan pequeño con cada paso que parecía querer aplastarlos. Sus bigotes rozaban las paredes de la caverna, diciéndole dónde avanzar y dónde girar.

Empezaba a sentirse ansioso al no encontrar al curandero del Clan del Trueno, odiaba tan solo pensarlo pero realmente necesitaban del gato para salir vivos de está. Él no había sido capaz de abandonarlos ¿O si? Oh, por favor ¡Claro que era capaz!

El pensamiento de estar solos en la oscuridad y que prácticamente había guiado a su hermano a la muerte lo lleno de angustia. Su corazón empezó a latir alborotado y sus pasos se aceleraron cuando de pronto chocó con algo blando.