Capitulo 4

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Un gato negro se paseaba tranquilamente por el campamento del Clan del Trueno. Se detuvo en la entrada de la maternidad y no pudo evitar soltar un suspiro de alivio al sentir únicamente el aroma de Squirrelwhisker y los de sus dos cachorros, en vez del de Mapleshade convidado con el olor de las zarzas.

Ciertamente, ahora que se habían ido no podía evitar estar agradecido con sus ancestros por ello. Le advirtieron a tiempo de lo peligrosos que eran sus hijos para el Clan del Trueno, y de la horrible traición de Mapleshade a tiempo. ¿Como iban a dejarla permanecer en el clan, cuando ya lo traicionó una vez?

Soltando un ronroneó de satisfacción se volvió hacía el claro, pero al ver que no había nadie ocupando el tunel de aulagas para salir y entrar decidió dar un pequeño paseó.

Sintió las espinas de las aulagas acariciando su fino pelaje gris para luego convertirse en un hermoso manto jaspeado debido la luz del sol entre el follaje de las hojas de los arboles. Los finos rayos lo llenaron de calidez.

Entonces, avanzo, deleitándose con el hermoso día que acompañaba su caminata. El melodioso canto de un estornino se escuchó a lo lejos, salió volando de los arboles rozando su hocico. El curandero no perdió la oportunidad y lo sostuvo entre sus fauces justo a tiempo antes de que escape, y lo mato de un mordisco.

Orgullo de su captura se permitió deleitarse con el calido sabor de la carne del ave, y comenzó a comerlo con ansiosos mordiscos.

Pero de repente nubes grises cubrieron inesperadamente el sol, y la temperatura del bosque empezó a bajar a una velocidad alarmante. El curandero por supuesto que se dio cuenta de esto, y dejo el estornino de un lado, para poder ver las furiosas nubes negras que cubrían cada rincon azul del cielo.

—Felicidades Ravenwing—maullaron detrás de él.

—¡Mapleshade!—exclamó sorprendido dandose la vuelta de un salto.

Ahí estaba ella, sentada a solo unos pasos de él. Tenia sus ojos cerrados serenamente, como si nada fuera capaz de alterarla, y su pelaje estaba pulcramente acicalado.

—¿Por qué sigues en el territorio del Clan del Trueno?—exigió saber—Si te quedas te atacarán a ti y a tus cachorros.

Esperó que aquello último fuera suficiente para que la reina finalmente se marchara pero ella se quedo quieta sin inmutarse.

—Lograste lo que tanto querías, deshacerte de mi—habló sin prestarle atención a las palabras del gato.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Ravenwing. Cautelosamente se acerco unos diminutos pasos a la gata carey, y reconoció horrorizado, casi al instante, el pelaje brillante rodeado de estrellas.

Finalmente Mapleshade abrió los ojos, revelando como el brillo de sus ojos ambar ahora eran remplazados también por diminutas pero deslumbrantes estrellas.

Casi inmediatamente el gato gris empezó a rebuscar entre las patas de Mapleshade, esperando no encontrarse con los espíritus de los tres cachorros de está, pero no tuvo tiempo para poder averiguar si los tres pequeños estaban con su madre o no.

Una inmensa ola de oscuridad y bruma se abalanzo contra el verde bosque, cubriendo lentamente como niebla hasta el ultimo rincon con alguna pizca de color y matando cada planta a su paso, marchitandola al instante. Ravenwing miro esto escandalizado. De repente la bruma se torno furiosa y empezó a quebrar los arboles hasta volverlos astillas, empezó a cubrir el cielo hasta que ni las nubes pudieron verse, y cada roca que había la absorbió como si fuera alimento para él.

De pronto la oscuridad se junto como una enorme ola más grande que cualquier pino o roble, y se dirigió lentamente en dirección al campamento.

—¡No!

Patchstalker's Heartbreak // Los Gatos Guerrero AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora