Capitulo 14

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Una rafaga de aire fría se colo por la guarida de la medicina logrando que el joven aprendiz abriera los ojos con pereza. No había dormido ni un poco, el clan seguía bullicioso, susurraba con emoción la reciente victoria, inclusó Milkfur y Embertooth, que se suponía que estaban también descansando en la guarida de los curanderos murmuraban orgullosos de lo que probablemente sea una nueva cicatriz.

Lo que mas le desagradaba oir eran las grandes felicitaciones hacia el nuevo guerrero. La guarida de los gatos adultos estaba lejos, pero no contenían su voz ni un poco.

Cada que escuchaba "Perchswin" sentía doloroso vacío en el estómago.

Sus músculos se sentían entumecidos por la gran pelea que tuvo que soportar, y ni hablar de los cortes. Apesar de que los curanderos habían logrado detener el sangrado aun podían verse manchas rojas en las telarañas que cubrían sus heridas. Aun así él se movía de un lado a otro en el nido sin poder quedarse quieto, sentía los dolorosos tirones en cada parte de su cuerpo, pero aun así, se sentía ansioso.

Se obligó a cerrar los ojos, quería dormir un poco, estaba muy cansado.

Comenzó a sentirse cada vez más adormecido a medida que se sumerge en el sueño. Los colores se desvanecen lentamente a su alrededor y los sonidos se vuelven distantes. A medida que cae más profundamente en el sueño, los aromas familiares comienzan a distorsionarse y a transformarse en el reconfortante silenció que disfrutaba. Su pecho empezó a vibrar para luego soltar un ronroneó.

Pero todo empezó a distorsionarse aun cuando todo era oscuro, sin sombras o formas. Sus pensamientos se volvieron confusos y la sensación de miedo iba en aumento, creando una sensación de angustia y desesperación.

Un azote carmesí nublo su vista por un momento y un desgarrador grito aturdió sus oídos hasta convertirse en un perturbador lloriqueó, y la sensación de terror se intensificaba a cada momento.

No mucho más tarde las alabanzas al nuevo guerrero en el clan volvieron a su mente. Las voces se mezclaban con el grito mientras el negro se convertía a rojo.

Cuando el familiar olor metálico llegó a sus fosas nasales el joven despertó con el corazón acelerado y sintiendo las zarpas empapadas en sudor. Todavía estaba sintiendo la intensidad de las emociones que experimentó en su sueño.

Notó que el campamento ahora estaba en silencio, todos estaban dormidos, y aun asi, el creía oir el nombre de Perchswin y el grito de su sueño por todas partes.

Pero había algo que lo inquieto. El olor a sangre era real.

Se levantó de un saltó alarmado, listo para pedir ayuda pero el dolor de sus heridas lo perforó haciendo que cayera bruscamente y soltara un pobre quejido de dolor.

Miro su herida mas grave, el corte de su pata trasera. La telaraña envuelta en ella estaba empapada en sangre nueva y un hilo rojizo fresco se mezclaba con su pelaje. Al parecer la pesadilla lo había alterado de tal manera que se había movido dormido y abrió sus heridas.

Aun así, por mas dolor que sintiera, eso no le importaba del todo. Su mirada perturbada se encontraba fija en la sangre, como si no la hubiera visto antes, como si fuera lo mas horrible que pudiera ver en la vida.

Se sintió abrumado.

—¿Que pasa?—maulló una voz a sus espaldas.—Parece como su estuvieras sediento.

Ni siquiera había sido consciente de cuando había empezó a jadear tan fuerte por aire.

—Yo…mi herida…—murmuró nervioso.

Al escuchar la simple mención de la herida Echosnout se apresuró a tomar telarañas entre sus patas y unas cuantas hojas de malva. Luego se sento a su lado de un torpe salto y empezó a cambiar los vendajes velozmente de forma experta.

Patchstalker's Heartbreak // Los Gatos Guerrero AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora