Capitulo 37

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El agua acariciaba suavemente la barbilla de Patchpaw, quien estaba acostado al borde del campamento del Clan del Río. Su mirada perdida se dirigía al horizonte, aunque en realidad no veía nada. Los recientes acontecimientos aún rondaban su mente, como un enjambre de abejas que no cesaba de zumbear en sus oídos. El descubrimiento de que los solitarios estaban siendo acogidos por el Clan del Viento había sumido al Clan del Río en una furia descontrolada.

Distraído, Patchpaw arrancó un poco de hierba floreciente del suelo y lo dejó caer de su garra en el agua que cubría la isla. Los cachorros solitarios habían revelado cada uno de los dias donde compartieron presas e historias con los demas miembros del Clan del Viento, y no se necesito un espíritu luchador y ambicioso como el de su hermano para poner al clan furioso. La revelación no le hizo gracia a ninguno de los gatos por supuesto, mucho menos a la líder del clan.

Darkstar había estado al borde de explotar, con sus garras temblando de rabia, pero en lugar de dar rienda suelta a su ira, tomó una decisión inesperada: los cachorros de los solitarios ahora serían considerados gatos del Clan del Río y se criarian para ser fieles guerreros. La desición no había complacido ni al los mas jovenes de la maternidad, ningún cachorro estaba ansioso por compartir su lecho con desconocidos, y a ningún guerrero le emocionaba ser mentor de aquellos gatos.

Pero Darkstar había revelado su verdadero plan cuando Whiteshadow se llevo a las crias a la maternidad. La idea era atraer a los solitarios y a los gatos del Clan del Viento a su territorio, con la intención de destruirlos fácilmente, ya que Emberstar no sería tan estupida de llevar a todo su clan a territorio enemigo, cuando aun eran hostiles con los otros clanes. El Clan del Río era numeroso y seria facil vencer a cada uno de sus guerreros y hacerlos trizas y el clan finalmente coreó de acuerdo con su desición.

Los cachorros estarían con Whiteshadow y las demas reinas hasta nuevo aviso, sus nombres habían sido remplazados por nombres apropiados para los clanes, Cloudykit, Fawnkit, y Dragonflykit. Ninguno de los tres estaba contento, pero, Larchpaw los había asustado lo suficientemente para hacer que callaran sus protestas.

Soltando un quejido en desacuerdo ante los recuerdos de aquella caotica tarde, giro perezosamente sobre su cuerpo quedando se espaldas.

Utilizar a esos cachorros como futuros guerreros o carnada para otros gatos era por mucho incorrecto. Patchpaw sabía que no tenía derecho a decir que era lo correcto o no, tenia estrecha amistad con gatos de otros clanes, exceptuando al Clan del Trueno, y con tal de protegerlos había guardado secretos peligrosos, rompiendo el código guerrero y fallando a su clan, pero ahora sentía la necesidad de romper nuevamente una regla y ayudar a esos cachorros a regresar a su hogar.

Patchpaw suspiró profundamente, tratando de encontrar una solución que evitara la inminente batalla.

Mientras estaba sumido en sus pensamientos, escuchó un leve crujido detrás de él, proveniente de una capa de juncos delgados. Al girar la cabeza, vio que se trataba de los tres pequeños cachorros. Seguro trataban de escapar. Al verlo rápidamente se volvieron a ocultar en ela vegetación.

—No pueden escapar—les dijo Patchpaw, rompiendo su esperanza—La isla está rodeada por agua, y nunca podrían cruzarla siendo tan pequeños. No pasaran la barrera—les hizo saber, sintiendose culpable.

Los cachorros salieron de entre la vegetación, lo miraron con ojos suplicantes, llenos de miedo y desesperación.

—Queremos regresar a casa—pidió Cloudy.

Patchpaw vaciló, pero no le contesto.

—¡Por favor! ¡Quiero volver con mi mama!—suplicó esta vez Fawn.

—¡Chist! Silenció, los escuchara todo el campamento—los calló y de inmediato los pequeños cerraron la boca.

Dragonfly se acerco con cuidado hasta el aprendiz.

Patchstalker's Heartbreak // Los Gatos Guerrero AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora