The Cure Of Your Destiny ☆Newt y tu☆

Capitulo 5² - Almost a happy ending

Capitulo 5 - Almost a happy ending

Nellie se rindió finalmente ante el rubio. Pensaba que jamás lo haría, jamás se lo permitiría.

-¿Lista?- Gally apareció -Sígueme-

Confundida lo siguió hasta la enfermería. Todos estaban ahí, inclusive aquella chica que le causaba un cosquilleo a Nellie.

-Hey- miraron a Gally -Anochecio novato, vamonos-

Newt entrecerró la mirada, deduciendo en si Nellie estaba ahí por él y fue coincidencia qué llegará junto a Gally ó si esta la arrastró hasta ahí.

Thomas sin decir nada caminó hasta ellos. Gally tomó a Nellie del antebrazo al dejar pasar a Thomas.

-¿Qué haces?-

Gally frenó y lo miró serio -Los llevo al pozo-

-Yo soy quien manda aquí, tome mi decisión, ella no va a ninguna parte-

Gally sonrió y miró a Nellie -Esto es increíble- soltó de ella yéndose.

Newt extendió su brazo, llamando a Nellie quien sin pensarlo dos veces y bajo la mirada de la chica, caminó hasta él y se posicionó a su lado.

-¿Qué le pasa a Alby?-

-¿No se lo explicaron?- La castaña miró a la chica algo molesta.

-Yo estuve ahí. Me refería a porque no se ha puesto...cómo Ben-

-Acaban de inyectarlo con algo que ella traía. Cómo sea, deben ir a dormir, mañana veremos que pasa con él, vamos- Newt sacó a todos del lugar, no sin antes darle una última mirada preocupada a Alby. A su viejo amigo.

-¿Lista?-

-¿Para qué?-

-Tu nombre en el muro-

Nellie sonrió y siguió de él. Aquel muro con nombres tallados en él, tachados y olvidados. Comenzó a ciertamente arrepentirse.

-¿Lo haces tu?- ella asintió. Tomó el cuchillo y aquel especie de martillo.

Miró su nombre y no se sentía cómo ella esperaba.

-¿Sólo somos eso? Un nombre tachado en un muro-

-¿Qué más?-

-Cuando morimos simplemente nos olvidan- Newt la miró extrañado. Miró a su alrededor y divisó una montaña de carbón. De esa qué utilizaban para las bienvenidas.

-Coloca tu mano en el muro- ella extrañada obedeció. Newt comenzó a tallar con cuidado la silueta de su mano en aquel muro para después hacer lo mismo con la suya. Terminó y con un puño de cabron coloreó las siluetas, marcandolas por la eternidad.

Ambos sonrieron y comenzaron a caminar satisfechos por ser más que un nombre en el muro. Nellie más que él, pues aquel acto, cómo la mayoría qué él hacía, le parecía un acto divino y sobre todo lo aceptaba cómo una disculpa por haberle ocultado la realidad de su pequeña existencia.