Mi Primo y yo

Capítulo 1

Relata Bright

Tenía tres años cuando comienza esta historia, vivía con mis padres en una inmensa casa algo retirada de la ciudad en la casa atrás de la mía, vivían mis tíos, teníamos una puerta en el patio que las unía a las dos, mi padre y mi tío tenían una empresa de inversiones, la que había sido heredada por mis abuelos, les iba bastante bien.

Estaba en preescolar, una señora a la cual le decía Nani me llevaba diariamente, mi mamá y la esposa de mi tío también trabajaban en la empresa, pasábamos mucho tiempo juntos, mis tíos eran muy cariñosos conmigo, en especial mi tía, siempre me llamó la atención que mi tía llorara tanto, mi mamá siempre la consolaba, cuando la veía triste corría abrazarla, no me gusta que la gente esté triste.

Un día no fui al jardín estaba resfriado, acostado en mi dormitorio viendo televisión, cuando siento el llanto de mi tía, salí sin hacer ruido, la puerta del dormitorio de mis padres estaba un poco abierta y me acerqué para mirar, mi madre abrazaba a mi tía y le decía que había otras formas, que se tranquilizarla, no entendí que es lo que quería decir, pero me quedé un poquito más cuando escuché que mi tía decir que quería tener un bebé.

Me devolví sin hacer ruido pensando, ¿Por qué mi tía no le encargaba uno a la cigüeña para que le trajera bebé?, pero era pequeño no entendía como actuaban los adultos. Al siguiente día fui al jardín y todo seguía igual, mi maestra siempre les decía a mis padres que yo era muy inteligente y maduro.

Un día estaba en mi casa jugando con mi nani, mientras otras muchachas limpiaban mi dormitorio a una le decían Tu y a la otra Lisa, eran muy amables conmigo, sentí que venía llegando un auto y corrí a la puerta, la abrí y vi a mi mamá, mi papá y mi tío bajando del auto, al final se bajó mi tía con un pequeño bulto celeste en sus brazos, corrí hacia ellos mi papá me tomó embrazo, se acercó a mi tía y ella me mostró el bulto que tenía, grande fue mi sorpresa era un bebé, sabía que tenía que pedírselo a la cigüeña, pero no les quise decir nada.

Mi tía me habló... -Bright te presento a tu primito, se llama Win, estaba muy feliz ya tendría con quien jugar. Pasaron 2 semanas, mi tía me decía que le ayudara a cuidar a su bebé para que creciera más rápido, lo hacía muy feliz, pero pasaron 2 semanas más y mi primito aún no caminaba, comía fruta molida, pregunte cuantos años tenía, mi madre sonrío y me dijo que tenía 11 meses... - ¿Mamá por qué mis tíos no lo devuelven y le piden a la cigüeña que les traiga uno más grande?, mi madre sonrío y me abrazo me contó que yo también había sido así de pequeño, no me quedo otra que esperar.

Era mi cumpleaños, este año por fin tendría 5 años era un niño grande, mi primito tenía casi 3 años, aunque no entendía mis juegos siempre estaba conmigo, yo lo protegía y también jugaba a lo que a él le gustaba, siempre lo dejaba ganar... -Bai te gane... repetía y daba pequeños saltitos sonriendo, era muy tierno, tenía sus cabellos negros, era blanco como la nieve, desde que le salieron sus primeros dientes cuando reía se le asomaban sus paletitas y sus ojitos parecían 2 líneas.

Cuando el empezó la primaria, yo ya estaba en 3 grado, era un niño muy grande tenía solo 2 amigos de mi edad, era un niño callado y solitario, todo lo contrario, a mi primito él era amistoso, alegre, iluminaba todos los lugares donde estaba.

Un día en el recreo estaba jugando con mis amigos Off y Mike cuando escuche un llanto familiar, mire para todos lados y vi como un chico tomaba fuertemente de los brazos a mi primito, corrí hasta donde estaba y empuje lejos al estúpido que había hecho llorar a Win... - ¿Qué te duele Win?... -Mis bracitos, le subí el polerón y tenía marcas rojas de los dedos de ese estúpido que lo estaba molestando... -Calma Winnie ya pasará... lo llevé al baño, junto con Off y Mike le mojamos sus bracitos, su piel se estaba tornando algo morada.