CAPÍTULO 11 Amor y bebés

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Febrero.

Era una mañana normal, Selena se levantó tranquilamente sabiendo que Ross vendría a visitarla después de algunas semanas de no verse, ella había tenido demasiados compromisos laborales los cuales impidieron que se frecuentaran, además de que ambos, vivían en estados diferentes del país, eso era algo que no podrían evitar por más que quisieran, la apretada agenda de la pelinegra hizo que solo se comunicaran mediante videollamadas, tendrían que arreglar ese asunto después, Taylor vendría de sorpresa a la ciudad, o al menos ella no supo hasta el último momento, suponía que, por cuestiones musicales, así que era una oportunidad perfecta para que ambas hablaran acerca de lo que ha estado pasando en sus vidas, no habían tenido la oportunidad de platicar acerca de eso.

Abrió los enormes ventanales de su habitación, la primavera se acercaba, y aunque en California el clima es bastante bueno todo el año, el verdadero calor no comenzaba, así que se podía sentir el aire fresco golpeando su cara mientras los rayos del sol entraban e iluminaban la pieza, no podía negar que se sentía bastante enamorada de su actual pareja, pero había una cosa que no han podido tener y ese era su primer acto sexual, ella se sentía un poco asustada y decepcionada al mismo tiempo, por supuesto que los dos han tenido relaciones con sus anteriores parejas, eso no era un secreto, no es como que practicaran la abstinencia, pero la situaciones que han estado viviendo los han llevado forzosamente a esperar, deseaba que con su visita, pudieran romper con esa espera tan estresante.

Ella había aceptado con gusto cuidar de sus ahijados, además de que no los ha visto los adoraba demasiado, planeaba por la noche tener un momento a solas con su novio, pero no tenía claro el horario en que Ross iba a llegar, porque su vuelo se atrasó y eso podía suceder en cualquier minuto, rogaba porque no fuera cuando estaba con los mellizos, así se arruinaría todo, quería contarle a Swift acerca de su relación con el mejor amigo de su esposo de una manera más neutra, sin ser una sorpresa de infarto, por lo que tuvo que pedirle a Tay que le permitiera cuidar de los bebés en su casa y no en la de ella, así le sería más fácil.

En eso, un mensaje le llegó.

"Muero por verte, voy a abordar, en unas cuatro horas estoy en tu casa"


Se puso a saltar como una niña pequeña, era temprano, así que pensaba que le daba tiempo perfecto para llevar a cabo todo lo que tenía planeado, tan solo iba a cuidar de los niños unas tres horas por mucho, luego de desayunar, pudo oír el sonido de un auto, supo de inmediato que era la familia Kelce Swift, así que emocionada abrió la enorme puerta, cuando terminaron de estacionar Taylor salió, sacando a Evie de la parte de atrás, pero cuando se abrió la otra puerta, Austin estaba ahí, quien sacó a Charles.

—¡Ahh! — Charlie se puso contento al ver que su madrina salía de la enorme puerta color blanco todo emocionado, pataleaba y agitaba las manos indicando que necesitaba que lo bajaran para ir con ella.

—Dios, te recuerda muy bien— Taylor rio al ver como su bebé se miraba emocionado por ver a su mejor amiga.

Selena estaba contenta de verlos. —¡Hola bebés! — pero al mismo tiempo, no entendía que es lo que Austin hacía ahí, todo se iba a complicar a partir de ese momento, porque casualmente, Ross llegaría a visitarla justamente ese mismo día, por eso les pidió cuidarlos en su casa, para que nadie se diera cuenta, pero si el hermano de su amiga estaba ahí, era una clara señal de que se iba a quedar con ella, no podía decirle que no a Taylor, ya de por sí, le debe demasiadas respuestas, además de que sería muy sospechoso decirle que no podía quedarse a ayudarle, ellos ya no tenían nada hace muchísimos años, sería muy raro si llegase a mencionarle el porqué, no le quedaba de otra que actuar como siempre lo ha hecho, del modo más maduro y normal posible.

Mi vicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora