La señora Teefey miraba a su hija de una manera desaprobatoria, trataba de conservar la calma, embarazada, su hija estaba embarazada.
—Mamá, me estás viendo como si me hubieran embarazado en la secundaria, tengo treinta y tres años, no soy una niña, Ross es un adulto de mi edad, no un niño, así que, me parece ofensivo que lo hayas corrido, prácticamente, es mi novio, un adulto pensante como yo—
—¿Pensante?, ¡Selena Marie!, tienes lupus, ¿Te parece poco haber tenido un trasplante de riñón?, es estúpido, lo que hiciste, lo es— estaba enojada.
—¡No hables así! — quería calmarse, pero ya era una pelea. —Sí, probablemente no era el momento, arruiné las cosas, claro, lo sé, porque fue mi culpa, pero mamá, estoy esperando un bebé, algo que toda mi vida he deseado con mi corazón, ¿No deseaste volver a ser madre después de Scarlett? —
—No es lo mismo— le dolió que le recordaran su hija no nacida.
—¡Lo es! — gritó. —Claro que lo es, porque tengo más de treinta años mamá, puedo tomar mis propias decisiones, vivo sola, trabajo, ¿Qué más pruebas de que soy una adulta? —
—No sabes lo que dices, un bebé en tu estado es peligroso—
—Estoy enterada de ello, he estado yendo a revisiones, mamá, me monitorean seguido, Ross me cuida, no vayas a culparlo de esto, fue cosa de los dos, un poco más mía... Vamos a ser padres, tengo un mes exacto de embarazo, y sí, tengo mucho miedo, mi novio lo tiene, nos aterra todo, pero lo haremos, todo se ve bien por ahora, nos dan luz verde para continuar, al menos hasta la semana que entra que me revisen de nuevo, si mi vida se ve comprometida, interrumpiremos el embarazo— dijo con un nudo en la garganta.
—Dios— esas últimas palabras la rompieron, ella sabía lo que era perder un bebé, a Scarlett nunca la iba a olvidar, esa bebé que no pudo nacer fue el dolor más grande que ha tenido en la vida, entendía, Selena la estaba pasando mal, el simple hecho de oírla decir "interrumpir" la mató.
—Solo quiero que me apoyes, juro que estamos muy atentos a las indicaciones médicas, mamá, me están revisando bien, estoy en buenas manos, además Ross me cuida— repitió.
—Dame unos minutos para procesar todo esto— Mandy se levantó de su asiento, caminando alrededor de la sala.
Era una noticia bastante sorpresiva, si quería ser abuela, pero no del modo tan nada planificado como lo muestra su hija, si Ross la estaba cuidando, deseaba que así fuera, era una buena señal del hombre decente que es, al menos eso esperaba, se volvió a sentar, con la cabeza más fría, el shock continuaba, pero en menor enojo.
—Sel, te amo, eres mi primera hija, fue tan duro criarte siendo una niña, ahora, eres una adulta que toma sus propias decisiones, entiendo tus ganas de ser madre, solo quiero que no te pase nada, pero si ya has ido a que te vean y ven que todo va "bien", lo entiendo, acataré eso—
Ella se levantó a abrazarla, claro que le daba miedo que ella muriera o algo, odiaba hablar de eso, sin embargo, todas las posibilidades quedaban abiertas, se cuidaría mucho. —Estaré bien mamá—
—Espero que sí— la abrazó. —¿Cuánto tiempo tienes? —
—Cuatro semanas—
—Vaya, parece nada, pero ya es avanzado, ¿Cuándo te enteraste? —
—Hace dos— seguía en sus brazos.
—Bien, entonces, felicidades— besó su mejilla. —Supongo que ya no eres mi bebé, ahora, serás una mamá también— lloró.
—Mamá— verla llorar la rompió también.
Ross estaba arriba tan nervioso, ¿Estarían peleando muy feo?, quería darles el tiempo y privacidad necesaria, pero claro que las oyó gritar, eso le tenía los nervios de punta, ¿Y si Selena se ponía mal?, ¡Quería bajar!
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Mi vicio
Fanfiction¿Existe el amor a primera vista, casualidad o todo es parte de una enorme estrategia del universo en la cual dos almas que sin saber que se estaban buscando por fin se encuentran?, Ross Travis, ex ala cerrada, jugador de futbol americano y la super...