¿Tía? PARTE 2

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La joven rubia estaba impactada con la noticia, se encontraba tan asombrada que no sabía cómo debía reaccionar ante tal revelación, ¿Su hermana estaba embarazada de verdad?, ¿Tendría un hijo?, todavía era una locura, más allá de estar viviendo un amor con Ross, que salió de la nada, ahora, de la nada también iba a tener un bebé, ¿Qué no se supone que las parejas deben estar un tiempo juntos, luego casadas y ya finalizaban con hijos?, todo era extraño, su joven mente explotaba ante todo eso, tenía tantas preguntas que no podría hacerlas con todos presentes, quería hablar con ella a solas, sobre todo, porque entonces ella ya iba a pasar a segundo lugar con un bebé que estaría pronto en el mundo.

No sabía cómo sentirse, procesar tal noticia sería complicada, solo pudo hacer una mueca lo más parecida a una sonrisa.

—Gracie, ¿Estás bien? — Mandy le dijo de nuevo, miraba la expresión de su hija, sin duda, tal hecho no le cayó nada bien.

Ella solamente se puso de pie y salió de la sala principal, corriendo a su habitación, necesitaba unos minutos a solas primero.

—Lo siento, chicos, las emociones adolescentes andan por todos lados con ella— Brian se puso de pie para felicitarlos. —Me alegra la noticia, ¡Felicidades!, esto es tan impresionante, ¿Qué piensas hacer ahora?, ya saben, ¿Fiesta o algo? — bromeó.

—Brian, por Dios— su esposa lo regañó.

—Trato de alegrar esto, Gracie solo puso tensas las cosas—

—No pasa nada, entiendo que esté así, son muchas situaciones que debe reflexionar, le daremos un rato a solas y luego subiré a hablar con ella, ¿Sí? — Selena les dijo.

Gracie se hallaba en su cuarto, pensando, un bebé, ella alguna vez tuvo muchas ganas de ser hermana mayor, tener a alguien de compañía para jugar hubiera sido genial, pero sus padres nunca le dieron un hermano o hermana, ahora entendía porque, la complicación que tuvo antes su madre para concebir y retenerla fue algo peligroso, su hermana no nacida Scarlett era el ejemplo, así que, ¿Acaso los embarazos en su familia significaban un peligro?, ¿Y si algo le pasaba a su hermana?, no quería que se muriera, era demasiado crudo lo que pensaba pero de un modo u otro, realista.


Ya había pasado una hora, Selena dudaba si era momento de ir a verla o no, porque se estaba haciendo de noche y no planeaban quedarse en calabasas para dormir ahí, no venían preparados, además de que ya ansiaban irse de nuevo para descansar de todos los acontecimientos experimentados en el día, tocó la puerta de la pieza de su hermana.

—Gracie, ¿Puedo entrar? — dijo desde el otro lado de la puerta.

—Supongo que sí— respondió.

Selena entró cautelosamente, el cuarto de su hermana era todavía una fachada de princesas, juguetes, muñecas, peluches, juegos de mesa, posters y demás cosas que hacían la decoración digna de una adolescente que estaba dejando de ser una niña, la pelinegra podía comprender porque su hermana se sentía así, toda la atención ha sido para ella desde que nació, y aunque no era su hija, la diferencia de edad que las separaba no ayudaba a calmar las aguas, siempre ha sido su hermanita adorada, por supuesto que se pondría rara con una noticia así, la joven rubia estaba acostada boca abajo en su cama, no quería que le viera la cara, no sabía si lloró o simplemente estaba celosa, o lo que sea, Gomez se acercó todavía más sentándose a la orilla de la cama, tocando levemente la espalda de su hermana.

—Gracie— la mano de Selena recorría a modo de reconfortarla.

La chica suspiró, ella misma sabía que era ridículo que se molestara porque su hermana iba a ser mamá. —No entiendo porque voy a ser tía— dijo, ahogando su voz entre su cara y el colchón.

Mi vicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora