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Selena acariciaba la cara de su novio, todavía pensando en la pregunta de Ross, ¿Cuál es el nombre indicado para su primer hijo?, era un tema serio, porque es el nombre que le dirían hasta que él decidiera si le gusta o si no, probablemente se lo cambiaría, ahora ya era algo común hacer una cosa así, esperaba que no pasara.
—¿Cómo quieres que se llame? — Ross besaba el brazo de su novia.
—Ross, con eso que haces tu no me ayudas—
—¿Qué? — rio. —¿Esto? — volvió a besarle el brazo.
—¡Ross! —
—¿Qué? — dijo riendo. —No estoy haciendo nada malo— ahora se acercó a besar su cuello.
—Dios mío, Ross— Selena sintió como el calor le recorría por el cuerpo. —Dime que cerraste bien la puerta, por favor— lo que estaba pasando por su mente no iba a tener vuelta atrás.
—Sí— susurró, ocupado en lo que estaba haciendo.
La pelinegra estaba arqueando su cabeza hacia atrás y ladeando un poco, dándole el espacio que su novio necesitaba para continuar con los besos, el largo brazo de Ross estaba rodeando ya sus pechos, él no podía ocultar nunca el gusto que le daba esa zona, sobre todo porque ahora se miraba todo más grande, todavía por fuera, sobre el vestido él colocó su mano sobre sus pechos, apretando ligeramente cual colchón o almohada.
—No puedo así— ella se sentó en la cama, con todas las ganas de que siguieran con lo que estaban haciendo.
Selena se puso sobre su novio, se montó con gran habilidad, a Ross le dio risa la rapidez con la que su novia logró eso, la embarazada futura madre ya estaba trasladando sus manos a la camisa de Ross, necesitaba con urgencia quitársela, como la mayoría de su ropa era con botones de frente, ella aun con sus uñas largas le desabotonó con éxito cada botón, la habilidad que tenía ante la calentura era impresionante, eso le daba risa a Ross, como es que en este tipo de situaciones sacas talentos que no sabes que tienes, no se quejó y tampoco iba a tardar demasiado, la casa de la pelinegra estaba llena de su familia, no sabía si el señor Gomez estaría importunando y eso iba a ser una vergüenza, aunque tenían la puerta cerrada, imaginarían que es lo que sucedía.
—Selly— Ross abrió los ojos, sorprendido al tener las manos de su novia en el broche de su pantalón.
Ella le desabrochó con éxito. —¿Quieres que me levante y me quite la ropa interior?, no, espera, eso voy a hacer— se puso de pie, sosteniéndose de sus hombros y luego colocando una de sus manos en la pared y respaldo de la cama, se levantó el vestido para sacarse las bragas.
—Sel— Ross estaba riendo, pero al mismo tiempo se sentía en extremo acalorado, pudo ver absolutamente todo desde esa posición, sus manos ya estaban temblando, y ni que decir de su pantalón que parecía que iba a tener una explosión interna.
—Ya— lanzó su ropa interior al lado de la cama, todavía parada, ella no solía usar sostén a menos que lo ameritara o por algún tipo de tela donde se notara mucho que no traía, así que mucho menos ahora tenía uno puesto, así que solo era la única pieza que le estorbaba.
El gigante se talló la cara tratando de controlarse un poco en lo que su novia se ponía cómoda, ella se sentó de nuevo sobre él y no dudó en hacerse cargo de la situación, tomando el mando por completo, su movilidad todavía era bastante buena así que no sentía problemas aun, Selena se dio a la tarea de bajar ligeramente el pantalón de su novio tratando de que su miembro saliera, teniendo éxito en su misión ella no dudó en acomodarse por sí sola, se sostuvo nuevamente de los fuertes hombros de Ross, al mismo tiempo, él estaba rodeando la cadera de la pelinegra, seguramente que requeriría ayuda y él le iba a apoyar, era para un bien común, el placer de los dos era importante.
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Mi vicio
Fanfic¿Existe el amor a primera vista, casualidad o todo es parte de una enorme estrategia del universo en la cual dos almas que sin saber que se estaban buscando por fin se encuentran?, Ross Travis, ex ala cerrada, jugador de futbol americano y la super...