Septiembre.
La semana veinte del embarazo de Selena estaba siendo tranquila en lo que respectaba a los padecimientos de la exestrella Disney, se encontraban como siempre en su casa de la ciudad de Los Ángeles, por suerte podrían asistir al cumpleaños de sus ahijados Evie y Charles, quienes cumplían dos años, Taylor y Travis decidieron hacer la fiesta en la mansión de Beverly Hills, eso era genial, porque no estaba lejos.
—¿Crees adecuado que les regalemos esto? — Ross miraba la caja de cosas que eran para los niños.
—Sí, por supuesto, estoy segura de que va a encantarles— en la caja de Evie se hallaban accesorios para su bebé, demasiados y en la otra, varios juguetes para Charles, porque no sabían todavía muy bien cuales eran sus intereses, han sido bastante cambiantes a lo largo de su corta vida.
—Es hora de irnos— el gigante tomó los regalos y los subió a la camioneta.
Camino a la mansión de Swift, Ross pensaba un poco en el encuentro que iba a tener con Austin Swift, eso seguía siendo un tanto raro, no dejaba de pensar cada que se iban a topar en el encuentro o relación amorosa que tuvo con Selena, ella ahora era su novia y Austin tenía a Sydney, entonces, debía tranquilizarse, de todos modos, el tipo le agradaba mucho, no es como si quisiera esconder a Selena de él, aunque a veces le daban ganas.
Llegando a la casa Gomez bajó del auto, su amiga casualmente estaba casi afuera, ya que la puerta de la entrada se encontraba abierta, Ross miraba unas cajas gigantescas que seguro les dejaron por paquetería, se encontró con Travis ahí.
—¡Hey!, que bueno que vinieron— abrazó a su amigo. —Hola Sel— la abrazó también. —¿Cómo te encuentras? — apreciaba a la amiga de su esposa.
—Muy bien, ¿Tay? —
—Adentro, ve, te espera con ansias— rio al verla emocionada como una niñita.
Selena hizo lo que Kelce le indicó.
—¡Tay! — la pelinegra entró, su vientre era todavía más prominente que el de ella, no tenían más que algunos días de diferencia de gestación, pero Selena era más baja que Taylor, y Ross un super hombre, claro que ese bebé que se está cocinando iba a ser gigante.
—¡Sel! — se abrazaron. —¡Mira eso, que hermosa!, no puedo creer esto, por Dios— le tocó el vientre.
—Ya sabes, esto de terminar embarazada por un sujeto que mide dos metros, no sé cómo vaya a salir eso— bromeó.
—¿Y Ross? —
—Afuera, ayuda con un par de cajas, son muy grandes y por lo visto, pesadas—
—Dios mío, que rayos les va a regalar mi hermano a mis hijos— se preocupó.
—Seguro que algo genial, no te estreses, ¡Hola bebés! — Selena abrazó a sus ahijados.
—¡Sel! — Evie la recordaba, corrió a ella para abrazarla, le gustaba su madrina.
Y ni hablar de Charlie, que estaba congelado al verle esa enorme panza, ¿Qué le pasó?, ¿Por qué estaba igual que su mamá?, no se acordaba que la vio embarazada, pero el volumen era menor, ¿Qué es lo que tenían que se veían raras y diferentes las dos?
—¿Qué pasa, Charlie? — Selena lo vio raro.
—Está en shock, han sido muchos cambios, y verte así, seguro que lo hiciste pensar— Taylor veía a su hijo.
—Mami— Charles jaló el vestido de su mamá, tímido.
—Está bien, Charles, es Selena, es ella, no la cambiaron, solo está esperando un bebé también— su madre trataba de explicarle.
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Mi vicio
Fanfiction¿Existe el amor a primera vista, casualidad o todo es parte de una enorme estrategia del universo en la cual dos almas que sin saber que se estaban buscando por fin se encuentran?, Ross Travis, ex ala cerrada, jugador de futbol americano y la super...