Mi vicio

CAPÍTULO 12 Pinta para ser serio

La siguiente mañana, Selena iba a tener un almuerzo con su mejor amiga Taylor para ponerse al corriente, ella quería respuestas y por fin se las iba a dar, muy temprano, Ross decidió ir a hacer algo de ejercicio a un famoso y exclusivo gimnasio de la ciudad de Los Ángeles, California era un lugar que contaba con todo, ella estaba terminando de arreglarse, un vestido fresco era lo que optó por usar el día de hoy, con unas sandalias, el calor ya se veía venir, además de que le gustaba estar cómoda ante las temperaturas altas.

Mientras se encontraba sentada frente a su tocador, maquillándose aprovechaba para hacer algunas fotos caseras para su línea de belleza, por lo que, en ese momento, recibió un mensaje, era de Ross.

"Muero por volver😉😉😉"

Ella sabía a lo que se estaba refiriendo, eso le hacía sonrojarse, miró su reflejo, notando el rostro de una mujer realmente feliz, se dio cuenta de la hora y bajó para irse a encontrar con su amiga, afuera el auto la esperaba, el chofer de la exestrella Disney la llevó a donde necesitaba, ella no acostumbraba a conducir en la ciudad de Los Ángeles, era demasiado grande y con tráfico que a veces lograba descolocarla emocionalmente, prefería ir tranquila en la parte de atrás de su camioneta, solo manejaba cuando iba a visitar a su padre en Texas, todavía le faltaba esa visita para presentar a su novio, su padre no estaba tan enterado de la relación actual de Selena.

En el momento que ella llegó al restaurante, esperó pacientemente a la rubia, sabía que en cuanto llegara, la situación se iba a poner caótica para salir, la gente congregada siempre podía ser algo incómodo para ambas, sin más tardar ella ya estaba llegando.

—¡Sel! — la abrazó.

—Hola Tay— se sentaron en una mesa alejada de los demás, necesitaba charlar con ella y claro que no quería que las escucharan para que después su conversación saliera en un programa de chismes jugosos.

—Tú y yo tenemos mucho que hablar— la rubia venía en modo chisme activado.

—Dios— rio. —Suenas como mi madre, bien, supongo que es momento, dime que es lo que quieres saber y te voy a responder— dijo con seguridad, ya se sentía más afianzada a la relación con Ross, no le daba miedo fallar en contarle que es con quien ha estado saliendo secretamente.

—¿Estás saliendo con Ross?, bueno, eso ya lo vi en la boda, mejor dicho, ¿Relación seria? — trataba de olvidar que los encontró teniendo una importante sesión de besos en una zona "privada" en su habitación de hotel.

—Sí— dijo contenta.

—¡Sel! — se tapó la boca sorprendida. —¿Cuándo sucedió esto? —

—En tu casa— rio.

—¡Selena Marie! —

—No del modo que tú crees— dijo riendo. —Eso solo sirvió para que nos colocáramos en el mismo mapa, ya sabes, yo nunca lo había visto ni él a mí... Ummm, luego de que nos fuimos de Kansas lo invité a venir aquí y ahí comenzó esto—

—Oh, Selena, Dios mío, ¿Está marchando todo bien?, ya sabes... ¿Te trata bien?, ¿Es bueno contigo? — le preocupaba genuinamente, odiaba cuando los hombres o quien sea lastimaba a su amiga, la amaba, era como una hermana para ella, la hermana que nunca tuvo, claro que se iba a ver como una madre atenta a que tuvieran un buen trato con ella.

—Lo es Tay, puedes estar tranquila, sé que en los últimos años en lo que respecta a mis relaciones amorosas no he elegido nada bien— hizo una mueca. —Pero Ross es lindo— de esto estaba convencida.

—Ok... Entonces, te apoyo, lo sabes— tomó sus manos. —Supongo que una enorme ventaja de todo esto es que puedo verte un poco más seguido, ¿Verdad? — rio.