CAPÍTULO 18 Ross el salvador

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Ross vio como la madre de esos bebés alocados llegaba, Travis tras ella, tratando de separarlos, lo cual no lograba hasta que Kelce les alzó la voz y ellos de inmediato se soltaron, admiraba la entereza que tenía su amigo ante una situación como esa, criar a dos bebés totalmente diferentes era algo de alabar, los padres se llevaron a sus hijos y todos se trasladaron a la cocina para cenar.

El insistente "Clack, clack, clack, clack, clack, clack, clack" que hacía Evie con su hipopótamo de plástico podía sacar de sus casillas a cualquiera, Ross miraba la cara de su amigo, estresado por aquel ruido.

—Vaya, parece que, algo va a pasar aquí con tu nuevo integrante a la familia— Ross se burlaba.

—Cierra la boca— Travis rio.


Terminando la cena, a lo lejos se podía oír el juguete de Evie, la pequeña estaba obsesionada con ese hipopótamo, cada uno, en su cuarto, el gigante miraba como Selena se colocaba el pijama y lograba sentirse desconcentrado por el "Clack, clack, clack, clack".

—Sé lo que estás pensando, el juguete de la nena es algo ruidoso—

—¿Algo?, puede que se quede corto— rio. —Travis se siente desesperado, puedo entenderlo—

—¿Qué harías tú?, ¿Te atreverías a quitarle algo que adora por tu propia paz? — volteó a verlo con seriedad mientras se colocaba el camisón, quitándose el sostén.

—Vaya, ¿Juegos mentales? — se quedó pensando, había sido un día de pensar acerca del futuro con buenos argumentos, era cierto, ¿Qué haría él?, imaginaba que tuviese un hijo con Gomez, ¿Tendría el valor de quitarle a su bebé dichoso objeto? —Yo creo que no— pensó finalmente.

Ella sonrió ante la respuesta.

Ross supo que dijo las palabras correctas, y verdaderamente, era algo que él pensaba, el viaje había sido agotador, todo lo realizaron por vía terrestre, desde la gran manzana hasta Rhode Island, les tomó tres horas llegar, no se encontraba muy lejos, pero fue agotador ir bajo el intenso calor de la primavera.


Selena estaba dentro en el baño, se sentía un poco rara, pero creía que todo era debido a sus medicaciones diarias que debe tomar, así que lo ignoró, saliendo por fin de la larga espera que estaba teniendo su novio.

—Sel, ¿Ya vienes conmigo? — él estaba ansioso, necesitaba abrazarla al menos, les daba un poco de incomodidad tener sexo en la casa de Taylor, así que se contendrían.

—Sí— se subió a la cama para acostarse con él, se sentía con tanta confianza de hacerlo.

Él la abrazó.

—Ross— lo besó. —Creo que estoy ovulando, pero de verdad me siento en una urgencia enorme hoy—

Se echó a reír. —Puedo casi olerlo, Sel—

—Qué penosa situación—

—Estoy de acuerdo—


La noche la pasaron conversando todavía más, era algo que les gustaba hacer últimamente, a la mañana siguiente irían a la playa, Selena ya se preparaba para ir, no usaría un bikini tan revelador, por respeto a la casa que visitaba, además de los niños y Travis, así que una pieza entera era la ideal, Ross con su bermuda era lo único que llevaría.

—Tenemos que ir a una playa solos— pensó en voz alta.

—¿Sí? — Selena terminaba de colocarse el protector solar.

—Sí— la tomó por la cintura al ver que terminó de colocarse el bloqueador.

—Mi gigante, me temo decirte que debemos bajar, nos esperan— lo besó.

Mi vicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora