Friend zone CAPÍTULO XLI

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En el camino de regreso a casa, Ana iba mirando por la ventanilla del auto, aunque realmente no prestaba atención a lo que estaba a través de ella. Sus lágrimas caían sin parar, estaba tan sumergida en sus pensamientos que no notó cuando Zeus la miró a través del retrovisor y le preguntó si se sentía bien. Y es comprensible se acaba de enterar que su esposo, el padre de sus hijos, el amor de su vida tiene una terrible enfermedad que ha acabado con muchas vidas. Además de eso él no le ha dicho y no quiere medicarse.

Ana por primera vez desde que se enamoró de su jefe y de los hijos de éste temía llegar a casa, también estaba nerviosa por si Fernando notaba su tristeza y preocupación, sin contar que los niños iban a preguntar si algo le pasaba y tenía temor de no poder ocultar la verdad.

Siente un miedo peor al que sintió cuando vio a Enrique apuntar el cuchillo hacía su amado Fernando, duele más como si ella fuera la enferma, ¿cómo superas el hecho que el amor de tu vida puede morir y tú no puedes hacer nada para salvarlo? Era lo que Ana se preguntaba durante todo el camino.

Al llegar, cuando Zeus le abrió la puerta y ella bajo suspiro, entro en la mansión tratando de no hacer ruido alguno, subió corriendo las escaleras cuidando de no encontrarse con alguien en los pasillos y rogando que Fernando no estuviera en su habitación. Al entrar le puso seguro a la puerta y tiró su bolsa sobre la cama, se sentó en la orilla de está con pesadez y paso su manos sobre su cabello en signo de frustración, sentía que no tenía ya fuerzas para llorar. «Vamos Ana... Tienes que calmarte. Lo tienes que lograr por Fernando, por los niños, por ti̍» Pensó. Tomo nuevamente su bolsa y saco un poco de maquillaje, se retocó y empezó a buscar algo que le indicará que Fernando había ido al médico.

Busco y busco, había revisado toda la recamara sin encontrar prueba alguna. Trato de dejar todo como estaba antes de que ella registrara. Cuando al fin se dio por vencida se acostó en la cama en posición fetal, sus lágrimas no tardaron en salir. Sentía rabia, impotencia, temor, desilusión. Todo en el mismo momento.

Su celular comenzó a sonar pero no quería contestar. Luego de unos minutos se dio por vencida y busco en la cama su teléfono, vio la pantalla y era Alberto. Así que contesto rápidamente.

-Llamada-

-¿Ana? – Preguntó Alberto al sentir que la línea ya estaba abierta.

-Sí, ¿Cuál es el plan? – Trataba de que su voz sonará audible y de controlar sus lágrimas.

-Necesitas tener el celular de Fernando fuera de servicio, ya sea apagado o no sé tú verás. Lo mismo con el teléfono de la casa. Cuando estén ambos fuera de servicio, envíame un mensaje. Te llamará el doctor con la escusa de que necesita que Fernando empiece su tratamiento ya o puede haber consecuencias fatales. Pero no te preocupes acabo de hablar con él, no es el caso de Fernando. Si toma tratamiento tu esposo puede salir adelante. Lo que nos interesa ahora es que Fernando confiese la verdad.

-Aunque no comprendí muy bien, ¿yo solo tengo que sacar de servicio el celular de Fernando y el teléfono de la casa? – Preguntó, poniéndose de pie y con su mano desocupada limpiando sus lágrimas.

-Exactamente. El problema es que solo tienes el transcurso de una hora. Ya que en hora y media mi colega iniciará una operación.

-No te preocupes yo lo haré – Dijo sonando más tranquila – Oye Alberto, gracias, de verdad muchas gracias. Tienes ganado el cielo.

-No te apures Ana, sé que tu harías lo mismo por mí – Dijo Alberto y cortó.

-Fin de la llamada-

Ana dejo su teléfono en la cama y corrió al baño, se lavó la cara, se maquilló nuevamente y comenzó a pensar cómo iba a ocupar el teléfono de Fernando y el de la casa. Tras varios minutos una rara pero buena idea llego a su cabeza. Tomo nuevamente su celular y llamó a Beatriz, la secretaria de Fernando. Le pidió que en treinta minutos llamara a Fernando con la escusa de algo importante de la empresa y lo tuviera al teléfono al menos por media hora. Qué era para una sorpresa, Betty acepto encantada.

Nunca te dejaré de amar - Ferana♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora