Nunca te dejaré de amar - Ferana♥

¿Quien es tu dueña? CAPÍTULO XXIV

Ana entro de nuevo a la casa corriendo, nadie se dio cuenta excepto Luz.

-Papá – Dijo tocando a Fernando para que le prestara atención - ¿A dónde fue Ana?

-No lo sé – Dijo mirando a los lados a ver si la podía ver – La iré a buscar – Dijo y entro a la casa.

La busco en todos las recamaras, en la cocina, en la biblioteca y en el cuarto de juegos pero no estaba. Decidió ir al jardín, hay estaba ella sentada en uno de los asientos, mirando la nada, su rostro estaba triste  y por sus mejillas rodaban algunas lagrimas, no notaba aun la presencia de Fernando, hasta que éste se acerco a donde ella se encontraba. Ana se seco rápidamente las lágrimas e iba a pararse para irse pero Fernando la detuvo con una seña de que se quedara sentada.

-¿Te puedo pedir un favor? – Pregunto él.

-Depende – Respondió ella cortante.

-¿Me dejas preguntarte dos cosas? – La miro, ella mantenía la mirada fuera de Fernando.

-Ya llevas una – Lo miro - ¿Cuál es la segunda?

-Está bien, caí – Dijo Fernando sonriendo – Me tocará hacer dos por una entonces – Dijo serio.

-Bueno...

-¿Me dejas explicarte y me perdonas? – Dijo él, tomando sus manos.

POV de Fernando

-Está bien, pero quiero la verdad – Se soltó de mi agarre.

-Llegue a la oficina, estaba trabajando cuando...

{flashback}

-Señor la licenciada Diana, quiere entregarle unos documentos – Dijo Beatriz a través del comunicador.

-Dile que pase y necesito que busques a León, personalmente. Quiero pedirle algo, por favor – Le respondí.

-Buenos días Fer – Dijo sonriente, entrando a la oficina.

-Buenos días – Respondí serio – Toma asiento, hay algo que quiero exigirte.

-Dime – Dijo sentándose.

-¿Qué asunto personal tenias que hablar conmigo? –Pregunte.

-Es – Se puso de pie y camino hacia la puerta y la cerro – Hay una confesión que quiero hacerte – Dijo y comenzó a abrirse la camisa que llevaba, dejando a la vista su brasier.

-No me importa ninguna confesión, fue mala idea preguntar. Por favor sal de mi oficina – Dije molesto.

-¿Por qué tan serio Fer? – Pregunto sonriente y se acerco a mi – A mi no me importa compartirte con tu esposa, total tú la compartes con su amante – Se sentó en mis piernas.

-Párate Diana. No quiero lastimarte – Dije en tono de voz fuerte, demasiado tarde, en ese momento Diana me beso. Cuando intentaba separarme, escuche la voz de Ana gritando mi nombre, se veía molesta y triste a la vez, me sentía la peor persona del mundo.

Cuando Ana se fue, fui a la casa a buscarla, pero no estaba, fui a la casa de Jenny pero tampoco, fui a los lugares que suele ir y nada. Así que decidí ir a preguntarle a Magda o a Ángel si sabían algo de ella.

{Fin del flashback}

-Y en ese momento las puertas del ascensor se abrieron y te vi abrazada con Alberto – Suspiré – El resto ya lo sabes.

-Está bien, te creo lo de Diana – Sonreí – Desde un principio me pareció que le gustabas y como no si estás bien guapo, guapo guapo – Amos reímos, pero al instante ella se puso seria – Pero eso no quiere decir que puedas insultar a Alberto o a mí, cuando lo único que estaba haciendo era convenciendo de  que hablara contigo – Mi sonrisa desapareció.

-Pero es que... - Me interrumpió.

-Pero es que nada – Subió la voz – Todavía estoy muy molesta contigo – Se levanto y se fue.

{...}

Estábamos en la sala Ana, Fanny, León, Nando y yo, hablando de cosas sin sentido, era raro estar en familia y tener a Ana separada de mí, aunque sea porque Nando está sentado entre los dos.

-Señor, Beatriz me fue a buscar y dijo que usted quería hablar conmigo – Ana me miro y sonrió, podía jurar que ahora estaba completamente segura de que lo que le dije era cierto – Y cuando lo fui a buscar a la oficina no estaba – Dijo León.

-Lo sé, solo que se presento un inconveniente, pasa mañana tengo un negocio que proponerte – Respondí y vi que Ana y Fanny se miraban con caras de: "¿Qué será?"

Cuando León se fue. Fui a la cocina por un vaso de agua y subí a la recamara. Al entrar Ana camino hacia a mí. Qué empiece la tortura.

-¿Dónde andabas? – Pregunto, quedando frente a mí, muy cerca – Te estoy esperando desde hace rato.

-Fui por esto – Dije mostrando el vaso - ¿Para qué me necesitabas?

-No para nada – Se acerco a mis labios tanto que su respiración llegaba hasta ellos - ¿Para qué te necesitaría yo? – Dijo sonriente. Ana me vas a ser volver loco.

-Eh – Apenas pude decir, ya que estaba más concentrado en sus labios – No lo sé.

-¿Recuerdas lo que te dije hace rato? – Dijo alejándose y sentándose en la esquina de la cama.

-¿Lo de que todavía estas molesta conmigo? – Pregunte y le di un trago al vaso.

-Sí. No veo acción alguna.

-Me da miedo – Dije bajando la cabeza. Ella se levanto y se acero lentamente.

-¿Miedo a que? – Pregunto levantando con sus finas y suaves manos mi rostro - ¿A mí? – Pregunto confundida.

-A que yo haga algo como – Camine y deposite el vaso en la mesa de noche y volví donde ella estaba – algo como esto – La tome de la cintura y la bese. Ella correspondió al instante, era un momento perfecto, después de todo un día sin besos. Un tiempo después no separamos por falta de aire.

-No hice nada, aunque – Me tomo de las manos y me guio hasta la cama – Debes de saber, que nadie puede besar estos labios – Dijo acariciando mis labios con sus dedos – Los cuales son míos, ni tocar este cuerpo que también lo es. Sin contar que la única que puede estar sentada sobre ti soy yo, y tus hijas.

-Entendido – Dije sonriendo.

-Vamos a ver – Dijo seria – ¿De quién eres?

-De ti – Le di un corto beso.

-¿Quién es tu dueña?

-Tu – Dije nuevamente.

-Muy bien – Dijo y me beso, mientras buscaba el orillo de mi camisa.

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Hola :D Mañana otro mes sin MCET</3