Capítulo 6: Pasos en la Oscuridad

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"¿Eres el más fuerte solo porque eres Satoru Gojo? ¿O eres Satoru Gojo porque eres el más fuerte?" Dijo Suguru con la mirada más fría que Satoru había visto jamás. Sus ojos carecían de brillo. Satoru siempre se reflejaba en aquellos ojos oscuros y profundos, pero ahora no podía encontrarse en ellos.

"¡¿De qué demonios estás hablando?! ¿A dónde quieres llegar?" Respondió Satoru con un dolor espantoso en el pecho.

"Si tan solo pudiera ser tú un momento, ¿no crees que el mundo de la hechicería tomaría mis fantasías más en serio?" dijo Suguru. Satoru apretó los dientes con fuerza y no supo qué decir. "Ahora yo elijo cómo vivir y voy a hacer lo que pueda en la medida de mis posibilidades," declaró Suguru Geto, el hechicero maléfico más temible, mientras se daba la vuelta y comenzaba a caminar entre la multitud.

Satoru presenciaba a la persona que más quería en este mundo alejarse. Se puso en posición de ataque, sabía que tenía que matarlo. Ese era su deber. Pero no podía. Sus dedos temblaban mientras se posicionaban para lanzar un ataque, pero nada salía de ellos. No podía hacerlo.

"Mátame si así lo deseas," dijo fríamente Suguru, confiando en que Satoru no podría hacerlo. "¿Eso tendría sentido para ti?"

"Por favor," pensó Satoru inmóvil. "Al menos llévame contigo. Pídeme que vaya contigo. Lo haría si me lo pidieras. ¿Por qué...?" Pero tampoco era capaz de mover las piernas. Veía cómo Suguru se perdía entre la multitud, pero no lograba correr hacia él. Satoru cerró el puño, sin haber lanzado ningún ataque y se quedó de pie, mientras la gente pasaba a su lado y el mundo perdía su color. Finalmente alguien había logrado hacerle daño. Daño de verdad. Su corazón estaba hecho trizas.

Satoru llegó a su habitación de alguna manera. Ese lugar también era insufrible. Ver su consola de juegos, conectada a su pantalla, con dos controles en el piso, fue como recibir una apuñalada en el hígado. Se apresuró a sacar el disco del juego que estaba insertado en la consola y procedió a romperlo y tirarlo a la basura. No quería volver a jugar esa cosa nunca más. El control que solía usar Suguru terminó a 15 metros lejos de los dormitorios, tras haber sido lanzado por la ventana. Satoru se dejó caer en su cama y contempló el vacío de su habitación.

Las sombras se alargaban mientras la noche avanzaba, y Satoru permanecía inmóvil, atrapado en un torbellino de recuerdos y emociones. La imagen de Suguru, siempre a su lado, riendo juntos, luchando juntos, se repetía una y otra vez en su mente, ahora teñida de un dolor insoportable.

"¿Por qué, Suguru? ¿Por qué me haces esto?" murmuró Satoru al techo, su voz quebrada resonando en la habitación vacía. Su corazón palpitaba con furia, y las lágrimas que nunca antes había permitido que cayeran, finalmente comenzaron a deslizarse por sus mejillas.

Mientras se hundía en la oscuridad de su desesperación, los pensamientos de Satoru se volvieron más oscuros. No podía soportar la traición de Suguru, no podía soportar la idea de perderlo para siempre. Y en ese momento, comprendió que nunca podría olvidarlo. Él era y siempre sería su mejor amigo y la persona a la que le entregó su corazón. Tampoco podría matarlo. Jamás. Lo más seguro era que Suguru se saliera con la suya, porque definitivamente él no iba a detenerlo y después de Satoru Gojo, el siguiente hechicero más fuerte era Suguru Geto.

Pasaron horas y el amanecer comenzó a asomarse por la ventana, pintando la habitación con una luz tenue y melancólica. Satoru se levantó lentamente de la cama, decidido a hacer algo, cualquier cosa para alejar el dolor. Se puso sus lentes de sol redondos para ocultar sus ojos hinchados. Salió de su habitación y comenzó a caminar sin rumbo por los pasillos vacíos de la escuela, buscando algún tipo de consuelo en la familiaridad de su entorno.

Ecos del Pasado, Destinos Futuros - Satoru Gojo x TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora