Capítulo 31: La cena (Parte 2)

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Mientras la noche avanzaba, la atmósfera en la mesa se volvía cada vez más relajada y desinhibida. Satoru, con el rostro sonrojado por el vino, apenas podía mantener su equilibrio en la silla. Keiko, en un estado similar, se acercó aún más a él, decidida a aprovechar el momento.

"Satoru-sensei," dijo Keiko, con voz arrastrada y ojos vidriosos. "Tengo que decirte algo muy importante."

Satoru la miró, parpadeando lentamente. "¿Sí, Keiko? ¿Qué es tan importante?"

Keiko, tambaleándose ligeramente, tomó la mano de Satoru con una sonrisa coqueta. "Gojo-san, tú... tú eres tan... increíblemente guapo. Siempre he... siempre he sentido algo especial por ti."

Daichi, que había estado observando la situación con creciente preocupación, se apresuró a intervenir. "Keiko, creo que es hora de que vayamos a casa. Estás diciendo cosas que podrías lamentar mañana."

Keiko lo fulminó con la mirada, apartando su mano bruscamente. "¡No, Daichi! Necesito decirle a Satoru-sensei lo que siento. ¡Él merece saberlo!"

Suguru, sentado al otro lado de la mesa, disfrutaba de la escena con una sonrisa burlona. "Vaya, Satoru, parece que tienes un harem personal. ¿Siempre es así de caótico tu día a día?"

Satoru, en su estado de ebriedad, simplemente rió y negó con la cabeza. "¡No es así, Suguru! Solo trato de... de ser amable. ¿Verdad, Keiko?"

Keiko asintió vigorosamente, acercándose aún más a Satoru. "Sí, Gojo-san, tú siempre eres tan amable y... y maravilloso. Quiero que sepas que..."

Antes de que pudiera continuar, Daichi intentó alejarla de Satoru, pero Keiko se resistió, creando una escena cómica de malentendidos y tropiezos. En un momento, Keiko casi se cae, pero Satoru, torpemente, la sostuvo justo a tiempo.

"Keiko, en serio, vamos a casa," insistió Daichi, tratando de mantener la calma.

Suguru observaba, claramente entretenido. "Esto es mejor que cualquier espectáculo. ¿No crees, Satoru?"

Satoru, apenas entendiendo lo que estaba pasando, solo rió de nuevo. "Sí, esto es... ¡muy divertido!"

Keiko, recuperando el equilibrio, miró a Satoru con ojos brillantes. "Gojo-san, eres el mejor. Deberíamos... deberíamos bailar juntos algún día. ¡Sí, eso sería genial!"

Daichi, finalmente logrando sujetar a su hermana, la apartó de Satoru con firmeza. "Lo siento, Sensei, pero Keiko ya ha tenido suficiente por esta noche."

Suguru levantó su copa en un brindis irónico. "A tu harem, Satoru. Parece que siempre estás rodeado de caos."

Satoru levantó su propia copa, riendo. "¡Salud, Suguru! A la vida y... y a las sorpresas."


Mientras el ambiente en el restaurante se volvía cada vez más festivo, Akari, atrapada en el baño, escuchó un ligero sonido proveniente de la ventana. Al voltear, vio con horror cómo un pequeño ratón entraba por la ventana entreabierta, moviéndose rápidamente por el lavabo.

"¡No, no, no!" susurró Akari, levantándose rápidamente y retrocediendo hasta quedar arrinconada en una esquina. El ratón parecía estar más curioso que asustado, moviéndose de un lado a otro.

Akari, temblando, buscó algo para espantar al intruso. Agarró una toalla y comenzó a agitarla frenéticamente. "¡Fuera, fuera de aquí!" gritaba, intentando mantener al ratón a raya. Pero el roedor, en lugar de asustarse, se acercó más, atraído por el movimiento.

El baño pronto se llenó de ruidos de golpes y gritos, mientras Akari trataba desesperadamente de mantener al ratón alejado. En un momento de desesperación, se subió al lavabo, manteniendo la toalla en alto como una especie de barrera defensiva.


Ecos del Pasado, Destinos Futuros - Satoru Gojo x TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora