Capítulo 57: El Segundo Velo

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Satoru no se había dado cuenta de que le había salvado la vida a Yuta en más de un sentido. Finalmente podía tener una vida normal, convivir con amigos, disfrutar su juventud. Yuta le había tomado mucho cariño a Satoru y Satoru se llevaba muy bien con él.

"Algún día te presentaré a Daichi. Me recuerda a ti. Ahora da clases en Kyoto, a los alumnos de tercero," dijo Satoru mientras ambos caminaban por los terrenos de la escuela. Los árboles alrededor susurraban con el viento, y los estudiantes practicaban sus técnicas en los campos de entrenamiento cercanos.

"Suena como alguien interesante," Yuta sonrió con amabilidad. "¿Puedo preguntarle algo personal?"

"Interesante, ¡claro!", respondió Satoru con curiosidad, sus ojos brillando detrás de su venda.

Yuta miró el anillo en su propio dedo y tras pensar sus palabras se animó a preguntar. "Usted me dijo que no había peor maldición que el amor, hace unos meses... Tal vez haya sido mi imaginación, pero... Creí haber visto un anillo en su dedo el otro día. Aunque no logro imaginarlo con una mujer."

Satoru se rió, un sonido cálido y contagioso. "¿De verdad doy esa impresión? Para tu información, soy muy popular con las chicas, no solo me interesan los hombres."

Yuta comenzó a reír. "Lo siento, lo siento."

Satoru sacó el anillo que compartía con Akari y se lo enseñó, el oro blanco brillando bajo el sol. "No puedo darte muchos detalles sobre ella, pero espero que en noviembre puedas acompañarme a mi boda."

Yuta se sorprendió, sus ojos abriéndose con incredulidad. "¿Es en serio? Muchas felicidades, no me lo esperaba... Pero entonces..." Yuta pensó por un momento. "¿Por qué lo oculta?"

"Para evitar que los demás hagan preguntas, aunque creo que puedo confiar en que guardarás el secreto. Mientras menos registros se tengan de ella, mejor," explicó Satoru con una sonrisa que no llegaba a sus ojos, reflejando la seriedad del asunto.

Yuta comprendió que no debía hacer más preguntas y cambió el tema. "Vaya, yo que pensé que usted prefería otro tipo de cosas."

Satoru le guiñó un ojo, su tono volviéndose juguetón. "Yo como de todo."

Ambos disfrutaron del momento de camaradería. La conversación se desvió hacia temas más ligeros mientras continuaban su caminata. Yuta se sentía agradecido por tener a Satoru como mentor, no solo por su poder y conocimiento, sino por su capacidad para entender y apoyar a sus alumnos de una manera tan genuina.

Llegaron al campo de entrenamiento donde Maki y Toge ya llevaban dos vueltas a la pista, sus respiraciones rítmicas y constantes mientras se esforzaban en mejorar su resistencia. El sol brillaba intensamente, creando destellos en el sudor que cubría sus frentes. El sonido de sus pasos resonaba en el suelo de la pista, marcando el ritmo de su esfuerzo.

"Alcánzalos, Yuta. Completa tus vueltas," le pidió Satoru con una sonrisa motivadora. Yuta asintió, un destello de determinación en sus ojos, y se unió al entrenamiento, comenzando a correr con pasos firmes y decididos.

Akari Niita, una asistente de cabello corto y rubio, se acercó a la pista para saludar a Satoru. Su uniforme de asistente estaba impecablemente planchado, y llevaba una carpeta de documentos bajo el brazo. "Gojo-Sensei, hay unos documentos sobre una misión que debería ver," dijo con una sonrisa profesional.

Satoru le devolvió la sonrisa, apreciando su eficiencia y dedicación. "Por supuesto, Niita. Vamos a revisar eso," respondió, girándose para mirar a sus alumnos. "Maki, después de calentar ayuda a Yuta con la katana de entrenamiento."

Ecos del Pasado, Destinos Futuros - Satoru Gojo x TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora