Capítulo 14: Rieles y Recuerdos

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En Japón, las vacaciones de verano empiezan a finales de julio y se extienden hasta finales de agosto. En el Colegio Técnico de Hechicería Metropolitana de Tokio, durante este periodo se suspendían las clases, pero siguen enviando a los alumnos a distintas misiones. Actualmente, no hay tantos hechiceros como en la época dorada de la hechicería en el periodo Heian. Por lo tanto, tanto alumnos como maestros terminan trabajando todo el año, aunque les pagan un sueldo por misión. En verano, este salario aumentaba por horas extras.

La mayoría de los alumnos decidía quedarse en los dormitorios casi todo el año, excepto durante las festividades de fin de año y Navidad. Akari no fue la excepción, a pesar de que el clan Kurayami deseaba que pasara el verano en el templo, cerca de la puerta de Kuroi. Como compensación, le pidieron a Akari asistir a al menos una reunión durante el verano, para poder verla. Esta reunión sería en conjunto con el clan Gojo.

Akari llevaba al menos 20 minutos frente a la puerta de la casa de Satoru. Satoru estaba recostado en el sofá de la sala, jugando Digimon Championship en su Nintendo DS. Con los seis ojos podía ver a su alumna desde hacía rato, dando vueltas afuera de su entrada. De vez en cuando la chica se alejaba y luego regresaba arrepentida. Se preguntaba cuándo se animaría a tocar la puerta y qué tenía que decir.

Finalmente, Akari tomó una profunda respiración y decidió que era ahora o nunca. Con determinación, levantó la mano y tocó la puerta. Satoru pausó su juego y se levantó del sofá con una sonrisa, caminando con calma hacia la puerta. La abrió de golpe, sorprendiendo a Akari, que estaba a punto de darse la vuelta nuevamente.

"¡Ah, finalmente te animaste!" dijo Satoru con una sonrisa amplia. "¿Qué pasa, Akari? Buenos días"

Akari se sonrojó ligeramente, pero se mantuvo firme. "Tengo... Tengo algo que discutir contigo."

"¿Algo que discutir conmigo? Vaya, eso suena serio. Pasa, no te quedes ahí afuera." Satoru se hizo a un lado, invitándola a entrar.

Akari entró y se quitó sus converse en la entrada, mirando a su alrededor. No dejaba de jugar con sus shorts de mezclilla. Era la primera vez que estaba en la casa de Satoru, y no podía evitar sentirse un poco nerviosa.

Satoru la guió hasta la sala y le ofreció un asiento en el sofá. "¿Quieres algo de beber? Tengo té, agua, o jugo."

"Té está bien, gracias," respondió Akari, sentándose con cuidado.

Satoru fue a la cocina y regresó rápidamente con dos tazas de té. Se sentó frente a Akari en una clásica posición extraña, con las piernas cruzadas descuidadamente, y le pasó una taza. "Bueno, ¿de qué querías hablar?"

Akari observó a Satoru unos momentos. Llevaba puesta una playera oscura de manga corta que resaltaba sus fuertes brazos, en conjunto con unos pantalones de mezclilla que se veían realmente cómodos y ambos pies estaban descalzos. Aquel aire de fin de semana le sentaba bien al peliblanco.

Tomó un sorbo de té para calmar sus nervios antes de hablar. "Me han pedido que asista a una reunión con el clan Gojo durante el verano..."

Satoru levantó una ceja, interesado. "¿Una reunión con mi clan? ¿Y por qué te preocupa eso?"

"¡Quiero que vayas conmigo!", finalmente pidió Akari. "Por favor...", desvió la mirada incómoda.

Satoru abrió los ojos y tras unos segundos se acomodó en su asiento con la mirada seria. "Ni hablar".

Akari lo miró sorprendida. "¿Qué? ¿Por qué no? Sería mucho más fácil para mí si estuvieras allí."

"Akari, entiéndelo. No me gusta asistir a esas reuniones. Además, no me interesa estar en medio de formalidades y política de clanes," respondió Satoru, su tono más serio de lo habitual.

Ecos del Pasado, Destinos Futuros - Satoru Gojo x TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora