Capítulo 2: Aquel verano de 1997

1.4K 103 1
                                    

En el verano de 1997, hubo una ocasión en la que Satoru y Akari entrenaron juntos desde junio hasta mediados de agosto.Esta fue la primera vez que pasaron tanto tiempo juntos, ya que anteriormente solo se veían ocasionalmente durante las reuniones entre sus clanes. Sin embargo, esta vez se trató de una situación complicada, ya que tenía un propósito especial: proteger a Satoru. Recientemente, Satoru había experimentado varios incidentes de acoso, durante los cuales afirmaba haber notado la presencia de hechiceros maléficos cerca de él. Este verano, comenzó a comprender el verdadero significado de ser Satoru Gojo. Hasta entonces, su nombre estaba ligado a la admiración y al reconocimiento. Sin embargo, ahora estaba descubriendo un lado más oscuro de su identidad, y eso lo llenaba de frustración. A pesar de tener solo 7 años, Satoru estaba convencido de que su poder era más avanzado que el de la mayoría de los hechiceros que lo rodeaban. Por lo tanto, se sentía insultado y menospreciado al ser "protegido" por otros. Haber sido enviado a la casa Kurayami durante todo el verano, ponerlo en el mismo nivel que Akari, cuyo dominio de energía maldita era el mínimo, era indignante. Pero en realidad, lo que más le enfureció, era la cantidad de estrés y ansiedad que le provocaba el acoso de aquellos desconocidos, cuyas intenciones parecían ser bastante peligrosas y tal vez incluso obscenas. Y él era tan solo un niño. Definitivamente ser Satoru Gojo no era fácil, ni siquiera a tan temprana edad.

Cuando llegó el momento de partir hacia Kanazawa, Satoru se negó rotundamente a ser acompañado a la estación de tren. Después de un largo viaje, fue recibido por varios miembros del clan aliado y tras un trayecto en auto, llegó a los dominios del clan Kurayami. Un hermoso templo escondido entre el bosque. Los árboles eran altos y provocaban un ambiente fresco a pesar de ser verano. El canto de las cigarras era tranquilizador. Fue recibido por la matriarca del clan Kurayami y por Akari, cuya presencia, aunque reconfortante, no lograba calmar por completo su tormento interior.

Akari guió a Satoru por los tranquilos senderos que serpentean entre los altos árboles del bosque que rodea su templo ancestral. Los rayos del sol se filtraban a través de las frondosas hojas, creando un juego de luces y sombras que bailaban sobre el suelo cubierto de musgo. El canto de los pájaros y el murmullo del viento entre las ramas llenaban el aire con una melodía suave y reconfortante.

"Satoru, bienvenido a nuestro templo", dijo Akari con orgullo en su voz. "Es la primera vez que vienes, ¿no es así?. Es un lugar sagrado para nuestro clan. Aquí, encontramos paz y conexión con la naturaleza, algo que espero que también puedas experimentar".

"Este lugar es un poco más pequeño que la casa Gojo", dijo Satoru distraído.

"Pero al menos es más difícil perderse", le contestó ella.

"Eso es bueno para ti, siempre te tengo que andar rescatando cuando vas a mi casa. No entiendo como te pierdes tan fácilmente, ni que fuera un laberinto."

"¡Es que los jardines son muy muy grandes!", reprochó Akari intentando justificarse.

"Nada de eso. Es porque tu sentido de orientación es inexistente", Satoru le sonrió burlón y Akari le sacó la lengua.

A medida que avanzaban, los imponentes árboles se abrían paso para revelar vistas ocasionales del templo, parcialmente oculto entre la densa vegetación. Las estructuras japonesas tradicionales se alzaban con elegancia, con techos inclinados y paredes de madera pulida que parecían fundirse armoniosamente con el entorno natural.

El camino los llevó a través de un pequeño puente de piedra que cruzaba un arroyo cristalino, donde los nenúfares se mecían suavemente en la corriente. Al otro lado, el camino ascendía suavemente hacia una serie de escalones de piedra flanqueados por linternas de papel que brillaban suavemente con la luz del día que comenzaba a desvanecerse.

Ecos del Pasado, Destinos Futuros - Satoru Gojo x TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora