Ecos del Pasado, Destinos Futuros - Satoru Gojo x Tú

Capítulo 32: El Ritmo de una cita

Era una mañana otoñal fría y casi todo el patio de la escuela estaba cubierto por hojas anaranjadas y rojizas. El ambiente fuera estaba inundado con el aroma de los árboles y de vez en cuando se escuchaban a los cuervos cantar por la parte más boscosa del territorio del colegio. Dentro de las instalaciones el ambiente era cálido y acogedor. Los dormitorios eran un espacio tranquilo y silencioso. Al menos así era hasta que alguien perpetuó aquella paz y el sonido de la madera siendo golpeada comenzó a resonar por los pasillos.

Satoru tocaba la puerta de la habitación de Akari con una sonrisa decidida. "¡Akari! ¡Buenos días estrellita! ¡La tierra te dice HOLA!"

Akari, despeinada y en pijama, abrió la puerta con una expresión de sueño y molestia. "¿Qué haces aquí, Satoru? Son las 7 de la mañana... en domingo."

Satoru la miró con una sonrisa traviesa. "Te ves bonita despeinada."

Akari se cruzó de brazos, suspirando. "Eso no responde mi pregunta. ¿Qué es tan urgente que no puede esperar?"

Antes de que Satoru pudiera responder, Keiko, medio dormida y con el pelo revuelto, se asomó por la puerta de su habitación, que estaba justo al lado. Al ver a Satoru, sus ojos se abrieron como platos y rápidamente volvió a entrar a su habitación, cerrando la puerta con un golpe.

Satoru y Akari intercambiaron una mirada extrañada. "Okay..." murmuró Akari, sacudiendo la cabeza para despejarse.

Satoru aprovechó la pausa para entrar en el pasillo y acercarse más a Akari. "Akari, necesito hablar contigo sobre algo muy importante, es un tema sensible. Y la mejor manera de hacerlo...", Satoru cambió su expresión seria a una llena de orgullo. "¡Es en una grandiosa cita con Satoru Gojo!."

Akari lo miró incrédula. "¿Una cita? Satoru, ya te dije que no quiero ser parte de tu juego con Suguru. Además, ya te rechacé."

Satoru sonrió, mostrando sus dientes perfectamente alineados. "Sé que me rechazaste, pero tengo una propuesta. Pelea contra mí. Si ganas, te dejaré en paz para siempre. Pero si pierdes, tendrás que tener esa cita conmigo."

Akari frunció el ceño, evaluando la seriedad en los ojos de Satoru. "¿Una pelea? ¿Y tú piensas que esa es la mejor manera de resolver esto?"

Antes de que Satoru pudiera responder, la puerta de Keiko se abrió de nuevo. Esta vez, Keiko estaba completamente arreglada, con un vestido elegante y el cabello perfectamente peinado. Su expresión estaba llena de determinación. "Buenos días, Gojo-sensei," dijo con una sonrisa, intentando parecer casual.

Satoru levantó una ceja, sorprendido por la transformación. "Buenos días, Keiko. ¿Tienes planes hoy?"

Keiko sonrió, tratando de sonar natural. "Oh, nada importante. Solo pensé en empezar el día temprano."

Akari miró a Keiko, luego a Satoru, y volvió a suspirar. "Está bien, Satoru. Si una pelea es lo que quieres, tendrás una pelea. Pero no pienso ser parte de este triángulo amoroso... Por cierto, ¿piensas seguir usando esa cosa?" Akari señaló el anillo de compromiso que Satoru no había removido de su mano izquierda desde hacía un tiempo.

Satoru levantó la mano izquierda, mostrando el anillo con una sonrisa orgullosa. "¿Te gusta? Me parece que me queda bastante bien, ¿no?"

Akari puso los ojos en blanco. "¿No crees que deberías dejar de usarlo si no queremos que todo el mundo piense que esto es en serio?"

Satoru se inclinó hacia ella, sus ojos brillando con travesura. "Oh, pero es en serio, Akari. Muy en serio. Y sobre esa pelea... Vamos, ¿o tienes miedo de perder?"