Capítulo 21: Pesadilla en el área residencial

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Al bajar las escaleras, Satoru se encontró con Nanami, quien había estado revisando el resto de la casa. Al ver a Akari y a las otras chicas, su expresión se endureció. "¿Qué demonios ha pasado aquí?"

"El hechicero maléfico," respondió Satoru con voz temblorosa de ira. "Las ha puesto en un trance con su técnica ritual."

Nanami nunca había visto a Gojo así.  Asintió, observando las marcas en los cuerpos de las chicas con una mezcla de horror y determinación. "Llevémoslas a un lugar seguro primero. No podemos dejarlas aquí."

Satoru y Nanami salieron de la casa, llevando a las chicas hacia la calle principal. Los residentes del vecindario, todavía en su trance, los miraban con expresiones vacías desde las ventanas de sus casas mientras pasaban. Era un espectáculo inquietante, pero Satoru se enfocó en su objetivo.

"Vamos a necesitar ayuda," dijo Satoru mientras bajaba a Akari con cuidado "Voy a contactar a Shoko. Ella puede saber qué hacer."

Nanami asintió. "Buena idea". Nanami ayudó a las chicas a sentarse en una banca y las cubrió con la parte de arriba de su uniforme negro.

Satoru tomó su teléfono y marcó rápidamente el número de Shoko. "Shoko, necesito tu ayuda. Estamos en Nakano. Ven rápido."

Después de colgar, Satoru miró a Akari, su rostro suavizándose un poco. "Te sacaré de esto," murmuró, acariciando suavemente su mejilla.

Mientras esperaban la llegada de Shoko, Satoru y Nanami comenzaron a sentir una presencia poderosa. A lo lejos, distinguieron un hombre gordo y calvo, que caminaba tranquilo mientras silbaba. Una pequeña figura femenina lo acompañaba tomados de la mano. Al acercarse un poco más, se dieron cuenta con horror que no debía de tener más de 13 años.

Con los seis ojos, Satoru pudo ver su técnica ritual activa y lo reconoció de inmediato como el causante de todo este circo de horrores.

"Ah... Con que fuiste tú", dijo Satoru furioso mientras se acercaba lentamente hacia aquel hombre.

El hombre no se sintió intimidado y la niña que llevaba de la mano se puso en frente de él con la misma mirada perdida que las otras.

"Eres un jovencito muy apuesto", dijo el hechicero maléfico admirando los ojos de Satoru con lujuria. "Te quiero en mi colección", le sonrió con su voz desagradable.

"¡Maldito cerdo de mierda! ¡Usas a una niña como escudo!" gritó Satoru, su ira burbujeando en la superficie.

El hechicero sonrió de manera repulsiva. "Las niñas siempre son tan útiles, ¿no es así? Pero tú, muchacho, serías mi joya más preciada."

Satoru sintió cómo su ira se convertía en una determinación helada. "No dejaré que te salgas con la tuya."

Nanami, manteniendo la calma habitual, dio un paso adelante. "Tenemos que neutralizarlo sin dañar a la niña."

Satoru asintió, sus ojos brillando con una ferocidad contenida. "Déjamelo a mí."

La niña, con su mirada vacía, comenzó a caminar hacia Satoru, claramente bajo el control del hechicero. Satoru hizo un rápido movimiento con su mano, creando una barrera invisible que la detuvo suavemente. "No te preocupes, pequeña. Todo irá bien."

El hechicero maléfico rió, un sonido desagradable que resonó en el aire. "No puedes detenerme. Mi control es absoluto."

En ese momento, una fuerza abrumadora chocó contra la espalda de Nanami, lanzándolo contra el suelo sin piedad. La marca de la decadencia de Akari le drenaba sin control la energía. Akari estaba de pie, con una sonrisa suave dibujada en sus labios y dispuesta a pelear contra Satoru.

Ecos del Pasado, Destinos Futuros - Satoru Gojo x TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora